ANÁLISIS: Sker Ritual

ANÁLISIS: Sker Ritual

ANÁLISIS: Sker Ritual



Wales Intereactive nos sorprende con un shooter cooperativo que tiene muchas cosas en común al modo zombies de Call of Duty.






Por lo que pude averiguar en las redes, allá por el año 2021, Wales Interactive lanzó un juego de terror llamado Maid of Sker, del cual no tenía conocimiento. Parece que al juego le fue relativamente bien, y con aval de la crítica. Aprovechando ese universo, decidieron hacer un juego de acción cooperativo en primera persona que –como dije- tiene muchas cosas en común con el ya clásico modo zombies de los Call of Duty. En este análisis les contaré que me pareció esta propuesta.


Sin necesidad de contarnos algo


Lo primero que sorprende es que más allá de unas secuencias introductorias, que a uno le haría pensar que nos van a contar una historia, el juego carece de un argumento. Solo por medio de algunas líneas de dialogo y documentos es que nos van a poner un poco en contexto del porqué estamos ahí. Pero en el caso de este estilo de juego no lo pondría como algo malo, ya que quienes vayan a comprarlo lo único que esperan es ponerse a dar tiros a los enemigos acompañados de amigos.






Acción frenética


Ya en el juego, nos encontramos que Sker Ritual esta compuesto por cuatro niveles, con sus propias características y ubicaciones. Estos niveles son bastante extensos y la idea principal es ir pasando secciones mientras nos atacan hordas de enemigos. Básicamente de eso se trata todo el juego. Comenzamos solo con una pistola y conforme vamos matando enemigos y avanzando rondas, podremos ir adquiriendo mejores armas, pero no solo eso, también poderes activos o pasivos, que serán fundamentales para poder superar estas secciones hasta llegar al final de cada nivel.






Quiero aclarar que Sker Ritual se puede jugar en solitario sin ningún problema, pero no es un juego que fue pensado para eso, ya que es enormemente desafiante y vamos a necesitar la ayuda de varios compañeros -hasta 3- para poder superar la aventura. Intenté pasarlo en solitario y pese a tener varios niveles de dificultad para elegir, aún en el más fácil, me resulto muy desafiante. A medida que se van pasando las secciones, los enemigos aumentan en cantidad y en nivel. También es verdad que jugando en solitario, se vuelve en una experiencia muy repetitiva y aburrida con el tiempo. Sin dudas es un juego pensado para jugar con amigos.






Cada nivel tiene objetivos que debemos cumplir que se nos irán dando durante la partida, pero más allá de lo complicado que puedan ser, el principal problema que encontré es que en muchos casos resulta muy confuso hacia donde debemos ir. No fueron pocas las ocasiones que me pasé dando vueltas sin saber que hacer o donde ir, y a eso hay que agregarle que nos encontramos siendo atacados por enemigos todo el tiempo. Creo que le vendría muy bien una mejora en la señalización y guía de los objetivos, haría la experiencia menos caótica y más disfrutable, nada que con una actualización se podría mejorar.





Una jugabilidad a la altura de la acción


Con respecto a la jugabilidad, el gunplay es bueno y bastante sencillo de manejar, todo se trata de apuntar y disparar, cosa que viene como anillo al dedo a un juego donde todo el tiempo nos están atacando enemigos. También vamos poder golpear cuerpo a cuerpo, lanzar granadas y magias o milagros, las que pueden cambiar una partida de forma radical. Estos aparecen de forma aleatoria y son fundamentales para superar las rondas. Me sorprendió para bien la buena cantidad de diferentes enemigos a enfrentar y los jefes finales de cada nivel, que son enormemente desafiantes.





Apartado técnico correcto pero sin alardes


Gráficamente el juego es bastante correcto. Lo jugué en una Xbox Series X y pese a alguna caída de frame -en especial cuando la pantalla se satura de enemigos- el juego se comportó relativamente bien. También me encontré con algún que otro bug, pero nada que haya arruinado alguna partida. Lo más destacable son los efectos de luces y la ambientación de los cuatro niveles. Por lo demás, se nota que no es un juego triple A y tranquilamente podría pasar como un juego de Xbox One. Por el lado de apartado sonoro y la música, lo mismo, es correcto sin nada para destacar en particular. Las voces como era de esperar, solo están en inglés, pero tampoco es que haya mucho dialogo.






Conclusiones


Sker Ritual cumple con lo que se propuso hacer y eso es bueno. Es un juego divertido para jugar en compañía, es muy rejugable ya que cada partida es diferente y cuenta con muchas opciones. Pero es verdad que se puede volver aburrido con el paso de las horas y que algunos defectos técnicos y en cómo se nos muestran los objetivos, puede complicarnos cada partida.

Es un juego que recomendaría comprar a quienes gustan de este estilo de juego y en especial, si están un poco cansado de jugar al modo zombies de Call of Duty.







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