Análisis: MADiSON, terror argentino.

Análisis: MADiSON, terror argentino.
Análisis: MADiSON, terror argentino.


Como ya mencionamos en alguna oportunidad, el desarrollo nacional de videojuegos y el género de terror y suspenso, se llevan realmente muy bien. Hoy nos toca analizar MADiSON, uno de los títulos argentinos que más expectativa ha generado los últimos tiempos y el desarrollo que sube la vara, un poco más, en cuanto a calidad de juegos argentinos. 



Desde que fue anunciado en el año 2018, MADiSON ha despertado un interés pocas veces vistos por un juego de un género tan explotado como el terror. Sin mencionar que su desarrollo es puramente nacional y, como bien nos comentó su creador cuando charlamos en un #AntiEstres donde lo tuvimos de invitado, aquí el trabajo suele costar el doble de lo que se cree realmente, (click aquí para ver la entrevista). El camino hasta el lanzamiento no fue nada sencillo, ya que cuando parecía que todo estaba listo para que disfrutemos del juego, un problema legal con el nombre de la desarrolladora retraso todo por un tiempo bastante largo y la misma pasó de llamarse Nosebleed Games a Bloodious Games, como la conocemos actualmente. Sin embargo, estas demoras en la salida de MADiSON no hacían más que aumentar el hype de aquellos que estábamos esperando disfrutar de esta aventura terrorífica. Es que desde la primera imagen y tráiler que mostraron, se veía que MADiSON era algo realmente espectacular. Ahora la pregunta que vamos a responder es la siguiente ¿Valió la pena tanta espera?.



El juego

Si pudiéramos combinar de manera correcta Resident Evil VII, considerado uno de los que más miedo genera en la querida franquicia de Capcom, con el cancelado proyecto de Silent Hill P.T. en el cual iban a trabajar Hideo Kojima y Guillermo Del Toro, el resultado sería MADiSON. Este título creador por un joven llamado Alexis Di Stefano, toma lo mejor de los grandes juegos de terror de los últimos tiempos y lo exprime al máximo, poniendo el porcentaje correcto de cada uno de ellos para un resultado fantástico. Desde el primer momento que comenzamos nuestra aventura podemos ver las claras influencias de los títulos mencionados anteriormente. La mansión, sus largos y estrechos pasillos, la iluminación y el entorno que solo generan una atmosfera de agobio, encierro y desesperación. No cabe duda que el juego apunta, principalmente, a aquellos amantes de este estilo, ya que genera un miedo que no todos están dispuestos a soportar. 



Esta aventura nos mantendrá atrapados durante seis u ocho horas en promedio, pero en ese tiempo experimentaremos todo tipo de sensaciones y, más de una vez, esas ganas de que se termine inmediatamente al mismo tiempo que deseamos no detenernos. En esta historia tomaremos el protagonismo con Luca, un joven de tan solo 16 años, que se despierta en esta casa con sus manos manchadas de sangre y sin recordar absolutamente nada de lo ocurrido. Su padre se encuentra encerrado en un pequeño armario y no deja de gritar que quiere matarlo. A partir de allí tendremos que ponernos en la piel de este adolescente mientras recorremos el inmueble escapando de su padre. Para ayudarnos, tendremos una vieja cámara tipo Polaroid la cual nos comunica con el espíritu de Madison Hale, a la vez que nos permite iluminar las zonas oscuras que vayamos encontrando. Sus mecánicas son sencillas, pero efectivas, a medida que vamos recorriendo la casa en la que nos encontramos iremos encontrando notas, fotos, y objetos que nos irán revelando todo lo que sucede en el lugar y los motivos por los cuales llegamos a esa circunstancia. Tendremos varios puzzles a resolver, pero para lograrlo tendremos que mantener la calma en un ambiente totalmente asfixiante. 



El diseño

MADiSON tiene muchos puntos para destacar, pero sin duda alguna, su apartado gráfico y sonoro son de los más espectaculares. Es increíble saber que el juego ha sido desarrollado en el motor gráfico Unity, ya que su aspecto visual pareciera estar trabajado con el nuevo Unreal Engine 5. Los escenarios y la iluminación están pensados al detalle. Cada habitación y objeto que encontremos cumplirá un rol fundamental, porque nada está librado al azar. Gráficamente, es un deleite a la vista y es una de las claves por la cual el título logra transmitir las sensaciones que transmite. Lo mismo sucede con su sonido. Al comenzar el juego se nos recomienda que utilicemos auriculares para disfrutarlo al ciento por ciento y esto es realmente así. El juego tiene un sonido 3D que nos sumerge dentro de la casa y nos hace agudizar los sentidos. Cada ruido que escuchemos nos ayudará a saber si la amenaza está cerca o lejos de nuestra ubicación. Cuando encontremos un objeto como la TV y la vayamos moviendo, podremos apreciar como recibimos el sonido desde diferentes lugares según donde esté ubicado dicho objeto. Otra particularidad del el título es que casi no tiene música, porque simplemente no la necesita. Es tan importante prestar atención a cada sonido que un fondo musical hubiese sido un impedimento para disfrutar completamente esta aventura. Una gran decisión que tomaron durante su desarrollo.



La jugabilidad

Este el punto más conflictivo que tiene el título. Por un lado, tenemos la sencillez de sus mecánicas, ya que para manejar nuestro personaje solo necesitamos usar tres botones. Con Luca podremos caminar, tomar objetos, tomar fotos, revelarlas, mirarlas, y nada más que eso. No manejaremos ningún tipo de armas y no tendremos puzzles que nos obliguen a usar más botones de nuestro teclado o joystick. Sin embargo, y como comentamos anteriormente, al ser un título desarrollado en Unity su manejo sufre bastante. Me costó mucho jugarlo con mouse y teclado, y por más que bajé la sensibilidad al mínimo, la cámara se seguía disparando para cualquier lado. A todo esto se le suma que en varias ocasiones pase la vista por varios objetos, pero lo hacía de tan rápido o de manera tan imprecisa que no se marcaban como seleccionables y quedaba dando vueltas en el lugar hasta que volvía y me daba cuenta de que podía tomarlos. La experiencia mejoró bastante cuando decidí probarlo el juego con un joystick conectado a la computadora. Si bien seguía siendo un manejo difícil, su sensibilidad ya no era un problema con el mando. Esto es un detalle que no arruina en absoluto la experiencia, ya que a los diez minutos de estar jugándolo nos acostumbramos rápido al manejo, pero sí que tenemos que tener en cuenta a la hora de decidir como vamos a jugar. Algo a destacar del título son sus puzzles, algunos nos exigirán mucho más de lo que pensamos o estamos acostumbrados en este tipo de juego y nos tendrán dando vueltas por un buen tiempo para resolverlo. Esto es poco común en el género y se agradece. 



Conclusión

MADiSON es un espectacular juego de desarrollo nacional. El título se ubica tranquilamente entre los mejores juegos de terror del año a nivel mundial. Logra un ambiente increíble y si bien tiene algunos jumpscares, para que saltemos de la silla, su terror pasa más por lo psicológico y la sensación de ahogamiento que experimentamos todo el tiempo. Sufrí mucho que el juego no permita guardar la partida de manera manual, ya que el guardado es automático y a veces los tramos para los puntos de salvados, son bastante largos y tuve que volver a atravesar ciertos puzzles al volver a entrar al juego. Pero estos son tan solo pequeños detalles, que no opacan ni un poco el increíble trabajo que realizaron con este espectacular juego. Si bien este año está lleno de juegos argentinos de altísima calidad, no tengo dudas en decir que MADiSON es uno de los desarrollos nacionales más importante de los últimos tiempos. Y la respuesta a la pregunta inicial es, sí, valió la pena.