Análisis: Forgive Me Father.
Cuando llegó a mis manos la posibilidad de probar Forgive Me Father hace unos días, me pregunté cómo sería mi experiencia con él, ya que el único dato que tenía era que acababa de salir de su Early Access y el juego se ubicaba en el universo de H.P Lovecraft, el cual siempre me deja esa sensación de no terminar de entender por dónde van los tiros de la historia ( Pude jugar en su momento juegos como Call of Cthulhu y The Sinking City, ambos del universo Lovecraftiano). Pero debo decir amigos, que Forgive Me Father logró atraparme mas allá de la intrincada historia que propone, ya que combina un frenético FPS y un estilo de arte cómic que le dan al juego un toque bellísimo y en esta nota les cuento mi experiencia.
Comenzamos el juego en una especie de hotel, al cual llegamos en búsqueda de nuestro primo desaparecido y donde a los pocos segundos de empezar a movernos se nos comienzan a presentar enemigos, más precisamente zombies. Al principio son bastante torpes, y fáciles de eliminar pero el juego nos irá llevando por diferentes mapeados y nos presentará una variedad muy grande de enemigos digna del universo Lovecraft. Podemos elegir entre 2 protagonistas. Un sacerdote y una periodista. Esta elección hará que varíe nuestra experiencia ya que cada uno tendrá diferentes habilidades para aprender o mejorar, y en esto me quiero detener.
Forgive Me Father nos presenta una mecánica donde a medida que avancemos y eliminemos más enemigos subiremos de nivel y ganaremos puntos que podremos cambiar para mejorar a nuestro personaje. Esto me pareció una herramienta muy útil e interesante en un FPS que marca un estilo clásico y noventoso, ya que podremos aumentar la potencia de nuestras armas o bien la capacidad de munición que podemos recoger, conseguir que nuestro tope máximo de “salud” y “escudo” sea cada vez más grande, como así también mejorar las habilidades especiales del personaje elegido.
Fiel a su estilo, el universo de H.P Lovecraft juega constantemente con la “locura” y el “desequilibrio mental” de nuestro personaje. En Forgive Me Father nuestros protagonistas podrán adquirir diferentes habilidades que harán que su nivel de “locura” aumente y justo en esos momentos es cuando podremos generar mucho más daño a nuestros enemigos o aumentar nuestra resistencia a los golpes, por un limitado periodo de tiempo.
En mi experiencia elegí jugar con la noble periodista y pude probar muchas de sus habilidades, como un cigarro que al fumarlo nos brinda la sensación de tener en nuestras manos una espada brillante que al utilizarla contra los enemigos los destruye de un solo golpe (ese cigarro afectaba nuestra estabilidad mental, claro está) o una muñeca vudú que al apretarla con fuerza nos brinda un aumento de locura psicodélico que genera mucho daño a cualquier enemigo que se encuentre a nuestro alrededor por un lapso corto de tiempo. Si todo esto suena loco o inentendible, pues bienvenidos al universo Lovecraft. Estuve con el juego aproximadamente 10 horas , y la verdad es que me la pase muy bien y me mantuvo entretenido constantemente. No hay tiempo para aburrirse. Forgive Me Father es un shooter frenético que avanza rápido y sin respiro recordándome a los clásicos FPS retro como DOOM, donde la música también juega un papel importante en los momentos de máxima tensión y con el escenario lleno de enemigos. Cada vez que eliminemos un zombie o cualquier criatura asquerosa que se nos presente, volarán sesos, vísceras, cerebros, y mucha, mucha sangre. Todos estos efectos y sus personajes poseen un detalle muy cuidado que le dan al juego, en mi humilde opinión, un arte bellísimo. Hay un estilo cómic bien presente en sus dibujos y esto lo vuelve muy atractivo.
El arsenal a disposición es muy variado y eso me gustó mucho, porque creo que es algo que todo buen FPS tiene que tener. Comenzaremos con cuchillo y una simple pistola pero que con tiros bien puestos en la cabeza de nuestros enemigos nos sabrá defender muy bien en nuestros comienzos, para luego encontrarnos con diferentes estilos de ametralladoras muy veloces, rifles de largo alcance, escopetas recortadas que hacen mucho daño pero siempre a corta distancia y como dije anteriormente, las habilidades especiales que cada personaje posee. Otro punto interesante de marcar para aquellos que estén pensando en probarlo, es su dificultad. No es un juego imposible. Nos va llevando de a poco y eso está muy bien. La dificultad es progresiva y a medida que sentimos que nos volvemos más expertos y mejoramos nuestra puntería, es justo cuando el juego nos propone un desafío mayor y notaremos que cada vez aparecen más enemigos en escena transformando nuestra pantalla en un espectáculo de tiros y sangre volando por todos lados y es aquí donde se pone difícil a tal punto de encontrarnos en niveles con decenas de enemigos en pantalla sin posibilidades de movernos demasiado. Atención si sos de los que están acostumbrados (como fue mí caso) a recargar las armas presionando una tecla específica (En el 99% de los shooters es la “R” en el teclado), ya que Forgive Me Father no permite “recargar manualmente”, y nos daremos cuenta que estamos sin munición cuando escuchemos el clásico sonido de nuestro cargador vacío “clic clic clic”, al intentar una y otra vez seguir disparando como locos. Es ahí cuando debemos cambiar el arma rápidamente o bien buscar en el escenario algo más de munición que talvez no hayamos recolectado. Es un lindo desafío que propone el juego y me sentí muy cómodo con esta modalidad.
Respecto de su historia, no tengo mucho más para agregar que lo que anteriormente mencioné. Iremos encontrando “notas”, “fotografías” y ”textos” que harán las veces de hilo conductor para que logremos descifrar algo de su contexto. La idea del juego es avanzar frenéticamente con nuestro personaje para entender qué está pasando en este mundo lleno de locura, donde al parecer somos los únicos que aún estamos sanos y salvos y tenemos algo de “cordura”. El juego nos llevará por diferentes mapeados que dan gusto explorar, como el hotel donde inicia el juego, lo que pareciera un hospital psiquiátrico, un cementerio, callejones abandonados, como así también podremos cruzar por los tejados de una ciudad que se encuentra inmersa en la oscuridad. Y como digo una cosa digo la otra, todos los mapeados son básicamente parecidos en cuanto a lo que nos proponen. Escenarios laberinticos, donde debemos encontrar siempre las mismas llaves de cada color específico (Rojo, Azul y Amarillo) para abrir las puertas y poder avanzar a la siguiente zona del mapa. Creo que no está mal, pero se vuelve algo monótono después de muchas horas de juego. Esta versión ya completa s encuentra disponible tanto en Steam como en GOG y en Epic, el juego cuenta con 27 niveles distintos para recorrer lo cual, a mi entender, lo hace muy extenso y te brinda muchas horas de juego.