¿Cuanto juego es mucho juego?



Cuando era chico, uno de mis hermanos trabajaba en el único local de computación de mi ciudad que vendía juegos copiados. En otras épocas, comprar juegos originales era prácticamente imposible y en Argentina reinaba la piratería. Eso significaba que todos los días, llegaba por lo menos un juego nuevo a casa. Y así fue durante varios años.

Tenía todo el tiempo del mundo y en vez de dedicarle tiempo a la escuela, lo dedicaba a jugar todo lo que podía. Es el día de hoy que mis viejos me joden por haber repetido 2° año del secundario por jugar Guitar Hero 2 todo el día en vez de estudiar. Y la verdad es que era muy bueno. Cuando finalmente me fui de Bariloche a Buenos Aires, comencé a tener responsabilidades y cada vez menos tiempo para jugar. Eso se transformó en un problema en mi vida. Tener que decidir entre distintos juegos porque no me da el tiempo para jugarlos todos es difícil. Y esto tiene un condicionante más grande; antes un juego “largo” duraba 10 horas como mucho, hoy en día hablamos de juegos que no bajan del doble, o hasta el triple (como mínimo) de duración. Para muchos de nosotros es un problema enorme, ya que a medida que crecemos, entre trabajo, familia o simplemente querer dormir, la posibilidad de terminar un juego es cada vez es menor. 

Estas vacaciones tuve la oportunidad de jugar un partido pendiente del 2020, The Last of Us Part II. Tenía una semana para terminarlo y ninguna preocupación. Era el escenario perfecto. Por suerte pude mantenerme alejado de spoilers y no vi más que algún trailer o gameplay previo a su lanzamiento, así que entré completamente fresco al juego. Lo esperé durante años. No voy a hacer un review del juego, de más está decir que es una obra maestra desde lo técnico y la historia me voló la cabeza, aunque comprendo por que fue polémica y aunque me opongo completamente a las opiniones de sexismo que tuvieron los haters, hay que reconocer que el juego tiene un gran problema. Es innecesariamente largo.



Son varios los momentos en los que pensaba “realmente ¿es importante esto?”, “¿de verdad estoy jugando un flashback dentro de un flashback?” y por sobre todo y lo que mas me dolió, “¿cuando más falta?”.

Nuevamente, TLOU 2 es excelente por todos lados y posta, es un paso adelante en lo que los diseñadores llamamos “environmental storytelling”, o dicho en criollo, “que el mundo cuente la historia”. La primera entrega era un roadtrip de un padre superando el dolor de perder a su hija mientras se relacionaba con alguien que cumplía un rol similar en su vida. El protagonista era Joel acompañado por Ellie, y por eso su agridulce final dejaba en shock a cualquiera que haya disfrutado de las 14 horas de duración de la historia. Uno de los mejores juegos alguna vez hecho, fin de la discusión.




La secuela es una historia de venganza y sobre cómo la violencia genera más violencia y en última instancia, no resuelve nada. Y esto está contado a través de 3 días en la perspectiva de 2 personajes. Se pone muchísimo énfasis en el universo que habitan, en cómo sus acciones impactan a su alrededor. En la constante lucha entre facciones. Lo pienso y no paro de decir “juegazo”. Pero esto tiene un costo enorme. Me tomó 28 horas terminar The Last of Us Part II. Y realmente, se sintieron. Le sobran 6 horas de juego. Entiendo y respeto las decisiones de Naughty Dog, pero es un juego lineal single player post apocalíptico de zombies. ¿Era necesario dedicarle tanto tiempo a un personaje secundario solo para dar un mensaje de “aceptemos ser diferentes”? La respuesta es fácil. No. Por más que la representación y diversidad del juego está hecha con mucha altura, por momentos siento que se olvidaron de que estaban haciendo un juego, y no un documental. Igual, no es el punto en el que me quiero meter.

Cuando finalmente llegué al final de la historia, me sentí satisfecho, pero un poco agotado. Voy a recomendar The Last of Us II a todo el mundo, porque es un juego increíble. Pero ¿cuánto juego es demasiado?

Me pasó algo similar con Alien Isolation. Al empezar a jugarlo, me encontré fascinado no solo con la recreación del mundo retro-futurista de la película original, sino con lo terrorífico que era todo. Las primeras horas de ese juego eran brutales. Terror del bueno. Sin embargo las horas fueron pasando y la verdad que me fue pudriendo un poco el juego. Pasé de escapar del Xenomorph, a tener que esquivar unos robots bastante molestos. Y el tramo final no se veía ni cerca. No voy a mentir, tuve que forzarme a mí mismo a terminarlo, al punto de jugarlo de día porque ya no me importaba lo que el juego tenía para ofrecer. Ya me habían mostrado todos sus trucos. Solo quería terminarlo, desinstalarlo y que quede en ese cajón digital de juegos que posiblemente nunca más toque. 14 horas me tomó terminarlo, y se sintieron eternas. Se les fue la mano, fuerte.




Me pasa lo mismo con los Assassin Creed. El último que jugué completo fue el Unity. Venía de jugar cada entrega y dedicarle un buen tiempo a las actividades secundarias, pero para cuando llegue al Syndicate, simplemente me aburrió la idea de hacer lo mismo otra vez. El juego también se sentía como si estuviera aburrido de sí mismo y así le fue. Me hablaron maravillas de Origins y Oddyssey, pero no paran de mencionar, especialmente en este último, lo enorme y eterno que se hace. Un amigo me dijo que estuvo jugando 5 horas hasta que le aparecieron los títulos iniciales. Y que cuando terminó la historia, tenía solo el 35% del juego completo. Para mi eso es ridículo. Un juego single player narrativo, debería ocupar por lo menos 65-70% de la totalidad del juego, y reservar el resto para los que quieran realizar todas las actividades secundarias y agarrar cada cosita escondida en el mundo. Muchos de nosotros terminamos un juego y lo dejamos atrás, no porque no queremos jugarlo más, sino porque tenemos otros 5 juegos que salieron en simultaneo mientas jugábamos al anterior. Y tal vez el juego simplemente queda instalado, sin tocar durante meses, porque nos da culpa de borrarlo porque “no lo terminamos del todo”. Por lo que hablé con varias personas, esto es muy común. A mi me pasa muy seguido. Tengo entendido que con Valhalla remediaron un poco esto, pero no me sorprendería saber que es un juego de 100 hs. mínimo.




Y ni hablar si les gustan los JRPG. Cualquiera que haya jugado un par de Final Fantasy, Dragon Quest o Tales saben de lo que hablo. Las 3 sagas son sinónimos de excelencia del género y cada entrega se transforma en “la mejor de todas”. Y si, están buenísimos todos los juegos, pero seamos honestos...son todos iguales. Todos tienen la misma progresión, mismas temáticas, mismo todo. Pasamos las primeras 15 horas conociendo a nuestros compañeros y entrenándonos por que somos los elegidos. Primero vamos a pie, después tenemos un barquito, después tenemos alguna clase de nave voladora. Esto no los hace malos, de hecho estoy jugando Dragon Quest XI y me parece increíble, peeeeeeeeeero…..




Me pasó lo mismo con Doom Eternal. También, juegazo. Agarraron todo lo magnífico y excelente de Doom 2016 y lo hicieron más grande y mejor. Pero se pasaron. Al primero le dedique unas 20-25 hs. y lo termine 100%. Y cuando lo termine lo borre satisfecho, sabiendo que le dedique más horas de las que el juego pedía.  Me tomó casi 15 hs. terminar la campaña de Doom Eternal, y lo mismo. Se siente muy largo. Parte del atractivo de Doom 2016 era la casi nula historia y como el mismo juego se burlaba de los FPS con exceso de narrativa. Doom Eternal se transformó en lo que su predecesor se burlaba. Un nivel de exposición narrativa que honestamente, no terminé de entender. Yo solo quería jugar de a una o dos horitas a reventar todo sin preocupaciones, y me encontré con niveles larguísimos llenos de historia que no me importó en ningún momento. El gameplay es fantástico, pero bueno... si no está roto, no lo arregles.

Para terminar con esta catarsis, voy a mencionar un juego que llegó en un momento complejo de mi vida, por el simple hecho de contar con muy poco tiempo libre para poder jugarlo, cuando era lo que más quería hacer; Red Dead Redemption 2. Lo compré a los 2 días que salió y a la semana comencé a trabajar en un local de ropa 10 horas por día. Volvía a casa a comer y dormir, nada más. Tal vez tenía un ratito para entrar en ese hermoso y detallado mundo creado por Rockstar. Pero cualquiera que lo haya jugado sabe que no podes jugar media horita. Te toma una hora más o menos simplemente salir del campamento y llegar a una misión. Lo inmersivo que es ese juego es impresionante. Pero me hizo sufrir. Me tomó casi 4 meses terminarlo, jugando de a ratitos, sacrificando horas de sueño para disfrutar un poco más de Arthur y toda su gente. 




Por suerte, el año pasado para nosotros los gamers, el encierro también nos sirvió para poder volver acercarnos a esta pasión que compartimos. Muchos aprovechamos tener un poco más de tiempo para terminar esos juegos que nos quedaron pendientes, o que veníamos guardando para cuando pudiéramos disfrutarlos a pleno. De cara a un año incierto con respecto a lo que sucederá con la situación actual, todo apunta a que volverá a ser otro año (o por lo menos unos meses más) de encierro. Ojala que la industria sea un poco más viva y se de cuenta que no necesitamos 2050 horas de un juego para disfrutarlo, simplemente necesitamos que esté bueno, que tenga una buena historia. The Last of Us necesito como mucho 15 horas para hacerte llorar y pensar, 8 años después, en su desgarradora historia. The Last of Us Part II dura prácticamente el doble y pese a su calidad de élite, sufre un poco de exceso de cosas para contar. Entonces mi pregunta es, ¿cuánto juego es mucho juego? ¿Cuál es el momento en el que los desarrolladores se tienen que plantear y decir “listo, con esto es suficiente”?