Análisis: DOOMBLADE, un metroidvania frenético

Análisis: DOOMBLADE, un metroidvania frenético
Análisis: DOOMBLADE, un metroidvania frenético


¡Saludos a todos los lectores de Extragamers!

En esta oportunidad voy a traerles una especie de trilogía de metroidvanias, je. Cabe aclarar que soy nuevo en el “género” y arranque hace muy poco mis experiencias en este estilo de títulos. Concretamente arranque con un Metroid Dread (espectacular), pase por un Moonscar hasta un FIST entre otros. Desde entonces y hasta la fecha me llega este hermoso juego de la gente de Muro Studios y publicado por Iceberg Interactive. Estudio Fines creado y comandado por dos personas. Previamente desarrollaron Shadow Bug un plataformero similar muy simpático que además es muy frenético. Frase que vamos a encontrar también en este Doomblade.



Para ir profundizando en el juego, nos encontramos en un mundo de fantasía y en el mismo encarnamos a uno de los habitantes del lugar. Nuestra pequeña heroína, se llaman Lugubrita. Con el pasar de los minutos un ser nos susurra que fue lo que ocurrió con su pueblo. Esa misma alma es la que nos despierta en un lugar desolado y nos conduce hasta sí misma, el cual es ni más ni menos la espada, la cual sirve de compañero y/o poder para lograr vengar su propia especie, además de liberar dicho mundo de tres seres malvados. 



Con una premisa básica arranca nuestra aventura, la cual al principio se hace amigable y por momentos parece hasta fácil, pero conforme se derrota el primer jefe nos vamos dando cuenta que no es un simple metroidvania clásico de los cuales uno va progresando de manera “tranquila”. Llegado al segundo contrincante todo se vuelve frenético, nos deslizamos entre los enemigos gracias a la espada a velocidades épicas. En determinados momentos se nos exige estar prácticamente en el aire combinando combos para poder derrotar a determinados enemigos, lo que lo hace muy exigente a nivel habilidad. Por momentos se nos va a hacer costumbre morir y revivir constantemente, no es que fuese un souls, pero su nivel de dificultad en momentos escala de manera agresiva. No posee un selector de dificultad, así que por lo tanto toca practicar hasta lograr cumplir con el objetivo, el nivel de desafío es adecuado pero como digo, por momentos se escapa y puede llegar a ser un poco frustrante.



Una de las cosas más bonitas de Doomblade es su arte, sus diseños tanto de personajes como paleta de colores, son simplemente geniales. Pasamos de lugares lúgubres, fábricas, bosques, como así también al vacío del espacio. Las animaciones de los personajes tanto enemigos como propio también tienen un cuidado muy bonito. Sinceramente, uno de los más bonitos que vi de lo que va del 2023.



Hablando también del arte, paso al apartado que acompañado conforman una combinación sumamente explosiva y es que el sonoro. Sus músicas aportan un toque especial a todo el ambiente, porque mientras luchamos con diferentes oponentes los ritmos de heavy metal o trash, en otras oportunidades techno o electrónica, hacen de que la experiencia sea aún más agradable y motivante.



En el apartado técnico puedo comentar que sus requisitos no son muy exigentes, pero si debo decir que al menos vas a necesitar una gtx 1050 con unos 8gb de ram, por el momento el juego solo está disponible para PC, no se comentó hasta el momento de escribir la review para cuando se va a portear a consolas. Pero creo yo que en breve tendremos alguna novedad al respecto, porque el mismo lo pude jugar con mando y está 100% adaptado sin problema alguno. 



Por último, quiero agregar que por las 10 horas aproximadamente que te puede llevar realizar la aventura completa, es una muy buena opción, desafiante que te saca de lo convencional en los metroidvania actuales. Si esperas una experiencia más relajada prepárate porque este Doomblade te va a hacer danzar con la espada por todo el escenario, una experiencia que se merece jugar sí o sí.