Análisis: Return to Monkey Island.

Análisis: Return to Monkey Island.
Análisis: Return to Monkey Island.


Uno de los títulos más icónicos de la historia de los videojuegos está de regreso. Pero, ¿es posible superar tu propia leyenda? En ExtraGamers tuvimos el placer de analizar Return to Monkey Island, juego en el que ha trabajado la dupla original de esta aventura Ron Gilbert y Dave Grossman, y te compartimos nuestra experiencia volviendo, después de muchos años, a la Isla del Mono.



No es nada fácil convertirte en una parte esencial de la historia, en aquellos que hagas en la vida. Ser recordado por siempre gracias a un trabajo excepcional realizado alguna vez no debe ser una tarea sencilla. Sobre todo porque a partir de allí, todo lo que hagas, lo que muestres y lo que produzcas será comparado, inevitablemente, por aquel éxito conocido por todo el mundo. Este es el caso de Ron Gilbert y por supuesto, de Dave Grossman. Este dúo fue el que nos permitió disfrutar de los dos primeros juegos del aclamado Monkey Island. Sin embargo, la saga siguió su propio camino y ellos el suyo, con trabajos realmente muy buenos como Thimbleweed Park de Ron. Pero Monkey Island siempre estaba presente, en cada charla, en cada entrevista y en cada declaración que hacían. Ellos siempre declararon abiertamente (sobre todo Ron) que no estaban conforme con el camino que había tomado el juego en los títulos que ellos no habían trabajado y que si tuvieran la oportunidad, harían la tercera parte de la historia que tenían en la mente. Finalmente, después de muchos años, cuando ya casi nadie se lo esperaba, llego esa oportunidad y Return to Monkey Island está aquí. 



El juego

Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de analizar un juego con tanta historia como este es, ¿se puede evaluar sin que intervenga el factor nostálgico? En lo personal creo que hay dos puntos fundamentales. Este título se puede comentar desde lo técnico, viendo como funcionan sus mecánicas, como son sus puzzles o el estilo estético que tiene, sin ningún problema y como cualquier otro juego lanzado. Pero las sensaciones que produce al jugarlo, las sonrisas que nos roba y sentimiento al finalizar la aventura, van de la mano con la nostalgia que sentimos por Monkey Island. Si no fuera por esta nostalgia, el juego no sería lo que es. Si no fuera por esos recuerdos sobre diskettes y aquellas aventuras pixeladas de piratas de nuestra infancia, hoy no tendríamos la emoción y expectativa que este lanzamiento genera. Esto, por supuesto, es una opinión muy personal, pero quiero que quede claro que la nostalgia estuvo presente durante todo el tiempo que disfrute de Return to Monkey Island y el juego, sabiendo esto, pudo aprovecharlo al máximo. 



Nuestra historia comienza con el hijo del querido pirata Guybrush Threepwood. Este pequeño personaje se encuentra realizando algunas travesuras con su amigo y su padre decide calmarlo contándole la historia de su regreso a Monkey Insland en busca de su tan deseado secreto. A partir de ese momento tomaremos el protagonismo con nuestro viejo conocido. A medida que vayamos avanzando en esta aventura, iremos descubriendo que fue de la vida de los antiguos personajes del juego. Por supuesto, no te queremos spoilear nada, ya que sería una enorme picardía que no puedas disfrutar de esta aventura al 100% y sorprenderte como es debido. Pero si te podemos contar, que todos están ahí e inclusive hay nuevos personajes que le dan un aire de sorpresa al juego. El más destacable de todos estos viejos conocidos es LeChuck, el archienemigo de Threepwood, quien sigue deseando vengarse por sus encuentros pasados y decide embarcarse en busca del secreto de Monkey Island. Tanto los nuevos personajes como los viejos conocidos tienen una identidad muy marcada, y cada uno de ellos cumple un rol fundamental a lo largo de la historia. Para los nuevos jugadores, en el menú del juego encontrarán un libro con las memorias de Guybrush Threepwood que resume las aventuras anteriores para darle un poco de contexto a situaciones actuales. Igualmente, el título se puede disfrutar sin haber jugado aquellos clásicos, pero hay referencias que no se van a entender. 



El diseño

El apartado gráfico es uno de los puntos más controversiales del título. La estética elegida para este juego es con un estilo caricaturesco que, por lo que estuve charlando con gente que ha tenido la oportunidad de probarlo, no a todo el mundo le ha gustado. En lo personal debo decir que no me ha disgustado para nada. Obviamente, podrían haber elegido un estilo pixel art para el título, pero creo que eso nos habría hecho perder muchos detalles interesantes. Sus dibujos son realmente muy buenos y algunos de ellos, como el de LeChuck, son una maravilla. A todo esto se le suma una animación muy fluida que no presentó problemas ni errores en ningún momento, y que me permitió correr el juego en una computadora común y corriente, sin un gran micro ni placa de video, lo que es una excelente noticia, ya que casi cualquier usuario con una PC aceptable puede disfrutar de este título. En cuanto a la música y al sonido, tengo que decir que el trabajo es perfecto. Uno de los puntos más alto de este juego. La banda sonora rápidamente nos hace sentir dentro de la historia y sus efectos sonoros contribuyen a los momentos de humor o de tensión. Otro punto que no puedo dejar de nombrar son las voces. El juego viene en inglés con subtítulos en español, pero sus actuaciones de voces son increíbles. Cada uno de los actores le dio a su personaje un carácter e identidad bien definida e interpretan a la perfección cada momento de la historia. Creo que en líneas generales han realizado un excelente trabajo, aunque el estilo de dibujo no sea el favorito de todo el mundo. 



La jugabilidad

¿Qué se puede decir de un juego point and click que funciona bien?. El manejo del título es mucho más que sencillo y funciona correctamente. Tenemos dos modos de juego para elegir: El modo casual, que nos brinda unos puzzles sencillos, con cierta asistencia cuando pasamos el cursor por algunos objetos o lugares claves y que nos permite disfrutar la aventura de una manera mucho más tranquila, sin demasiado esfuerzo y hasta con un libro al cual le podemos solicitar algunas pistas si nos trabamos en algún punto. Por otro lado, tenemos el Modo Hard. Este modo nos ofrece puzzle mucho más complicado y prácticamente no ofrece ayuda al usuario. Para resolver los puzzles tendremos que exprimir nuestro ingenio y sentido común al máximo y mientras más avanzamos, más complicado se vuelve. Lamentablemente, no hay punto medio entre estos dos modos. Uno es muy sencillo y brinda mucha ayuda y luego tenemos el otro extremo donde la cosa se puede complicar bastante. Así que cuando comiences tu aventura tendrás que tomar esa difícil decisión y elegir en que modo vas a entrar en La Isla del Mono.  



Conclusión

Return to Monkey Island es una gran juego, y dentro de las aventuras gráficas se ubica fácilmente entre las mejores del año. Pero cuando lo comparamos con su propia vara, la cosa se le complica un poco. Como dije al principio, el factor nostálgico tiene un rol fundamental en este juego, y si bien cumple perfectamente mostrándonos que fue de la vida de cada uno de estos queridos personajes, hay algo en lo que falla fuertemente. Return to Monkey Island tiene poco humor, es verdad que la historia es interesante y que tiene cientos de guiños a sus aventuras anteriores, pero le falta ese humor que nos robaba carcajadas casi constantes y que estábamos esperando en esta entrega. Por momentos la cantidad de texto o información es muchísima y se siente innecesaria, ya que muchas veces aporta muy poco a la historia principal. Lo más divertido con ciertos personajes muy bien logrados, pero creo que LeChuck es el mejor y que marca el diferencial tanto de lo artístico como de la narrativa. Fuera de esta crítica puedo decir que disfruté muchísimo volver a Monkey Island. Estoy completamente seguro que los mayores de treinta y cinco años van a disfrutar este juego y se sentirán chicos por un rato compartiendo tiempo con viejos conocidos. Es un placer ver como sus creadores se animaron a ofrecer una entrega más de este clásico de clásicos, saliendo de su zona de confort. Algo que siempre vamos a agradecer y seguramente de ahora en adelante, me vea en la obligación de volver a la querida Isla del Mono.