Análisis: Call of Duty: Vanguard, con la pólvora mojada.

Análisis: Call of Duty: Vanguard, con la pólvora mojada.
Análisis: Call of Duty: Vanguard, con la pólvora mojada.


Hace un año tuve la oportunidad de analizar el Call of Duty: Black Ops Cold War, juego que me trae grandes recuerdos por ser el primero que evalué para ExtraGamers. Ahí confesaba no ser un gran fan de la saga pero que siempre que había jugado una de sus entregas, lo pasaba realmente bien. Mi experiencia con CoD: Vanguard fue así solo en parte. Si bien me la he pasado muy bien, le ha faltado algo de sorpresa a la propuesta, lo que no había pasado en la entrega anterior. 

A mí entender, el principal problema radica en que Activision nos entrega una versión año tras año y eso no les está favoreciendo. Y no hablo del aspecto comercial, ya que todos los años es el shotter de mayores ventas, sino a que a pesar del buen nivel de los juegos, se percibe que cada vez se les está haciendo más difícil innovar y encontrar nuevas ideas.

Este año la franquicia vuelve a estar ambientada en la Segunda Guerra Mundial como en los primeros títulos de la saga, tomando de premisa uno de los conflictos bélicos más importantes y más sobre explotados en la industria de los videojuegos.



Una campaña descafeinada

La historia gira alrededor de un grupo elite que intenta acabar con el proyecto Fénix, el cual puede provocar un vuelco en el resultado de la guerra. Este grupo está compuesto de cinco integrantes, entre los que se encuentran Arthur Kingsley, Polonia Petrova (La más interesante), Wade Jackson, Lucas Riggs, Richard Weeb.  Entre los villanos nos encontramos con Hermann Freisinger (Director de la Gestapo) y a Jannick Richter (Segundo al mando) interpretado por Dominic Monaghan que ya fue parte de otros videojuegos como el espectacular Quantum Break.

La campaña consiste en ir jugando con cada uno de los integrantes del grupo elite por separado, con sus propias historias y mecánicas. Estas mecánicas van desde dar indicaciones a un grupo de combate, disponer de un modo concentración para revelar enemigos o a pedir distraer a unos francotiradores para que no nos disparen. Con ello el juego trata de dar variedad al jugador y diferenciar a los protagonistas pero sin llegar a profundizar mucho en ninguna de estas, tampoco ayuda a que las misiones sean de muy corta duración. Lo mejor es cuando el grupo combate con todos sus integrantes unidos, pero ya es demasiado tarde y el juego llega al final.



Las historias tampoco me llegaron a enganchar, solo la de Polina resulta interesante y sin dudas tiene las mejores misiones de la campaña, con parte de sigilo mezclados con mucha acción y diseños de niveles muy bien logrados. Lástima que se nos termina haciéndonos corta y con ganas de más. El resto de las misiones son más genéricas, con los típicos momentos de desembarco, francotirador o en las que comandamos un avión.

El argumento es malo y hasta por momentos avergüenzan los diálogos. Los villanos no dan miedo, nunca sentimos que son una amenaza y nada de lo que se nos cuenta parece creíble. Creo que lo más destacado son los lugares que nos hacen recorrer. El poder realizar misiones en el Frente Oriental, el Frente Occidental, el Norte de África y el Pacifico hace rememorar algunas de las batallas más importantes de esta guerra.

Pese a todo no significa que no me haya entretenido con la campaña. A favor, si bien es una crítica, juega la duración del juego (unas 6 horas), algunos momentos espectaculares, batallas muy emblemáticas, escenarios bellos y acción fluida en todo momento. Pero viniendo de la muy buena campaña que tenía CoD: Black Cold War, es sin duda un paso atrás y lo más flojo del juego.



Multijugador con pocas novedades

Donde la saga no defrauda es en el modo multijugador. No vamos a encontrar grandes cambios a lo ya nos tiene acostumbrado la franquicia pero sí algunas novedades que pueden resultar interesantes. 

Las principales novedades vienen de dos nuevos modos. Uno de ellos es el Patrulla, en cual hay un punto de captura móvil por el mapa que nos obliga a movernos, al sumar un total de 200 puntos para alcanzar la victoria. 



El otra novedad es el modo Colina de campeón, aquí los equipos están formados por dos o tres jugadores en batallas a contrarreloj con un límite de vidas. Los enfrentamientos son de varios equipos que pasan por rondas de eliminatorias y es muy importante que táctica utilizar.

Fuera de esto, todo lo demás sigue como siempre. El conjunto es muy sólido y con contenido para meses. Ahora contamos con la nada despreciable cantidad de veinte mapas, muchos más de salida que en los últimos juegos de la saga. Los mapas son muy variados y me ha gustado mucho el diseño de la mayoría. Seguimos teniendo la opción de jugar con bots, una opción muy útil para practicar y conocer bien los mapas, y también se cuenta con la posibilidad del crossplay entre todas las plataformas, ya sea de la nueva generación como de las anteriores e incluso con jugadores de PC.

En lo que respecta al rendimiento en este modo, no he sufrido de ninguna caída en las partidas que jugué pero sí de algunas bajadas de frame en momentos puntuales e incluso algún mini cuelgue de un segundo, lo que en estos tipos de juegos puede ser de vida o muerte. Así todo, la experiencia en las horas que le dedique fue fluida y estable.



Zombis sin vida

Siempre consideré a este modo como un lugar donde despejarse del multijugador y disparar por disparar, pero sí es verdad que desde hace ya varias entregas empezó a crecer a pasos agigantados, al nivel de que prácticamente se lo puede considerar un juego independiente, así que las expectativas ahora son más altas al momento de analizarlo. Este año el desarrollo corrió a cargo de Treyarch y la verdad es que no cumplió con las expectativas, siendo uno de los más flojos de los últimos años. La historia se siente por momentos muy infantil y el escenario, más allá de los portales, se siente poco variado y se torna aburrido.

Entre las novedades se encuentra el modo Der Anfang que es una especie de roguelike en el que empezaremos en una plaza de una ciudad rusa y desde ahí iremos accediendo a diferentes portales para cumplir objetivos en otras localizaciones como París o Japón. También cabe destacar que en diciembre el modo zombis recibirá de forma gratuita una nueva campaña.



Un precioso apartado técnico

He tenido la posibilidad de probar el juego en una Xbox One X y resultado es muy satisfactorio, sí en el juego del año pasado que probé en una PS4 destacaba este apartado, en de CoD: Vanguard solo puedo hablar maravillas. El juego corre en casi todo momento a unos 60 fps a una resolución dinámica muy alta, y sólo en ciertos momentos puntuales donde hay mucho estrés grafico he tenido alguna caída de frame, pero en general la experiencia es muy buena y fluida.

Todo lo que se ve en pantalla es casi foto realista, las texturas son de una calidad muy alta y el nivel artístico es excelente. Pero lo más destacable es lo bien que esta trabajada la iluminación que en conjunto con el HDR nos deja en nuestras retinas imágenes para el recuerdo.



No me quiero olvidar de lo bien que están realizadas las secuencias cinematográficas que acompañan la campaña, donde cuesta diferenciar si estamos viendo una CGI o actores reales. En lo sonoro no hay reproches, la banda suena muy épica y acompaña de forma perfecta los momentos más espectaculares del juego. 

El sonido de las armas sigue sonando muy bien y se nota la diferencia de sonido en cada una. En mi caso el doblaje era al español y muy bien logrado. No sé si más adelante estará disponible el doblaje al idioma latino. Por último quiero gustaría destacar que no he sufrido de  bugs alarmantes durante todas las horas que probé el juego.



Una oportunidad desaprovechada

A diferencia de la entrega del año pasado este Cod: Vanguard no me sorprendió y perdió la oportunidad de aprovechar todo lo bueno que tuvimos en Modern Warfare y Black Ops Cold War quedando en una entrega descafeinada y destinada a caer en el olvido. La campaña está desaprovechada, siendo una experiencia genérica y muy corta. El multijugador sigue siendo su base principal con una buena cantidad de mapas y contenido, pero que aporta muy pocas novedades.

Para terminar, espero que este sólo haya sido un traspié y que la entrega del año que viene recupere el buen rumbo que venía teniendo la franquicia en las últimas entregas. Igual sigo pensando de que es tiempo de que se tome algún año de descanso. Sólo puedo recomendar el juego a aquellos que les interesa el modo multijugador competitivo donde van a encontrar una experiencia solida y con mucho contenido. Para los demás, pasar esta entrega no les va a significar perder nada.

Lo bueno

  • Las misiones de la campaña donde controlamos a Polonia Petrova
  • Un multijugador sólido y con mucho contenido
  • El diseño de algunos mapas del multijugador
  • A nivel técnico es espectacular

Lo malo

  • La campaña es corta y esta desaprovechada
  • El argumento es malo y por momentos ridículo
  • El modo Zombi es flojo y se vuelve aburrido

PUNTUACIÓN: 68/100 “Descafeinado”

Hemos realizado este análisis gracias a un código para Xbox One proporcionado por Activision.