ANÁLISIS: Tales of Kenzera: ZAU

ANÁLISIS: Tales of Kenzera: ZAU

ANÁLISIS: Tales of Kenzera: ZAU



En ExtraGamers tuvimos el placer de analizar Tales of Kenzera: ZAU, la obra debut de la desarrolladora Surgent Studios que lanzó su título bajo el sello de Electronic Arts. Este juego es un metroidvania que sorprende visualmente y tiene una historia profunda. 






Hay un viejo y conocido refrán que dice: "en la variedad está el gusto" y creo que tiene razón. Tener diferentes historias de distintas mitologías es algo muy disfrutable, pero en el mundo de los videojuegos la cosa parecía haberse estancado entre dioses griegos y nórdicos por eso, tener un juego basado en la mitología africana y que la represente de una manera tan hermosa, es algo digno de ser disfrutado. Detrás de la creación de este título se encuentra Abubakar Salim, quien es conocido por ser la voz de Bayek en Assassin’s Creed Origins. Él mismo comentó en varias entrevistas que esta aventura nació con la intención de canalizar la superación de la perdida de su padre. Exactamente la misma historia que vive el protagonista de este juego. 





Una historia profunda y llena de mensajes 


Tales of Kenzera nos relata la historia de Zuberi, un joven que acaba de sufrir la perdida de su Baba (padre). Intentado superar su dolor, su madre le obsequia un libro que su padre escribió antes de fallecer. Las páginas de este texto nos llevarán hasta Kenzera, una tierra de magia y fantasía inspirada en los mitos y leyendas africanas. A partir de allí, casi toda nuestra aventura será dentro de la historia del libro. Allí manejaremos a Zau, un joven chamán que, al igual que Zuberi, acaba de perder a su Baba. Este, en vez de aceptar su perdida, decide llegar a un acuerdo con Kalunga, el dios de la muerte, quien le pide que derrote a tres grandes espíritus a cambio de traer de vuelta a su padre. Si hay algo a destacar del juego, más allá de su apartado visual, es sin duda los mensajes que transmite sobre la pérdida de un ser querido. Su historia trata esta temática de una manera profunda y seria, dejándonos pensativos y callados a aquellos que extrañamos a una persona que ya no está en este mundo y que aún nos cuesta acostumbrarnos a su ausencia. 






Una jubalidad sencilla y escasa


En términos generales Tales of Kenzera: ZAU es metroidvania clásico que no aporta demasiada innovación ni se arriesga por demás. Esta aventura es un juego con desplazamiento lateral en un fondo 3D en la que vamos descubriendo nuevas habilidades para poder acceder a ciertas partes del mapa que estaban previamente bloqueadas. Quizas,  lo más distintivo en cuanto a su gameplay lo encontramos en su modo de combate. Nuestro personaje, Zau, puede intercambiar entre la máscara del Sol y de la Luna pulsando un botón, lo que nos ofrece distintas opciones de ataque. Con la máscara del Sol en nuestro rostro podemos realizar ataques cuerpo a cuerpo y habilidades de fuego. Por otra parte, con la máscara de la Luna podemos realizar ataques a distancia y usar habilidades de hielo. Esta posibilidad de intercambio le otorga al combate un ritmo entretenido, y a esto se le suma las destrezas desbloqueables que iremos descubriendo. Un punto a tener en cuenta, es que el título o tiene selector de dificultad. El juego por momentos será sencillo y tendrá sus etapas donde nos hará sufrir, pero pareciera quedarse en un punto medio donde no quería frustrar a los jugadores pero no llega a ser un gran desafío para los amantes de este genero. Al no tener otra opción en su nivel de dificultad, pierde la gran opción de la rejugabilidad. 





Pocos enemigos y un mapa demasiado grande


Uno de los puntos mas flojos de este juego es la escasez en la variedad de enemigos y jefes a las que debemos enfrentarnos. En esta aventura solo encontraremos ocho tipos de enemigos comunes y cuatro jefes a quienes deberemos derrotar. Esto hace que, sobre todo con los enemigos simples, la cosa se vuelva repetitiva rápidamente y por momentos nos genere lapsos de aburrimiento. La lucha con los jefes es mucho más entretenido y, a pesar de que son escasos, se disfrutan bastante. 





El mapa también es algo que nos dejo un gusto agridulce. Si bien es bastante extenso, lo que nos permite recorrer unos paisajes realmente maravillosos, por momentos solo correremos sin encontrar obstáculos o enemigos durante unos buenos tramos. Por supuesto, encontraremos lo clásico en este tipo de juegos como pinches, plataformas que desaparecen, puzzles que nos harán ir de una punta a la otra y todo ese tipo de contenido esperable. Es una pena, que teniendo en cuenta los escenarios no se hayan arriesgado a implementar algo distinto e innovador que sorprenda y nos robe una sonrisa. 





Un diseño soberbio en todos los aspectos


Si hay algo que destaca a Tales of Kenzera: ZAU, es sin duda su apartado gráfico. Pero la cosa no se queda solamente ahí. Su diseño es espectacular en todos los sentidos de la palabra. Sus paisajes y escenarios basados en la cultura africana son increíbles y están llenos de colores y vegetación por todas partes. Cada área del mapa es una invitación a que disfrutemos de cada detalle y apreciemos el gran trabajo que han realizado sus diseñadores. A esto se le suma un acompañamiento musical excepcional y un trabajo sonoro más que destacable. Por momentos, la música se vuelve algo importantísimo para generar el ambiente necesario que la historia necesita y siempre lo hace de la manera correcta. Junto a esto se destaca el doblaje de voz. En el menú tendremos dos opciones para elegir, voces en ingles o voces en kiswahili. En ambos casos el trabajo es realmente muy bueno, dotando a los personajes de la personalidad necesaria para atraparnos en la historia. Sin duda alguna, todo el apartado de diseño del juego es el punto más alto que tiene y una de las razones por las cuales se hace tan placentero jugarlo.






Conclusión


Tales of Kenzera: ZAU es un gran juego. Si bien tiene sus aspectos a mejorar, la experiencia que ofrece en cuanto a diseño e historia es muy placentera y recomendable. Es para destacar el hecho de que no me haya encontrado con ningún tipo de bug ni problema en su rendimiento, tuve la posibilidad de jugarlo en una Xbox Series S y anduvo a la perfección permitiéndome disfrutar sin problema de toda la aventura. La misma puede llegar a dura entre seis y nueve horas dependiendo de que porcentaje de desafíos queramos tener completados, pero es un juego que se termina rápido si nos enganchamos y le metemos con todo. El título se encuentra disponible en todas las consolas y PC. Quizas, para los amantes de los metroidvania le falte un poco más de contenido o desafíos pero así y todo, es un juego que te recomiendo disfrutar. Su historia y diseño compensan todos esos pequeños detalles y es bueno ver como un desarrollo ofrece una historia y cultura diferente de lo que estamos acostumbrado. 







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