ANÁLISIS: Skull and Bones |
Al fin después de muchísimos años llega el esperadísimo juego de barcos inspirado en Assassin´s Creed IV Black Flag. ¿Será el juego AAAA que nos prometió Ubisoft?
Recuerdo haber jugado AC IV Black Flag en mi PlayStation 3 hace muchísimos años y no fue el de la saga que más disfrute, la vara había quedado muy alta con la de Ezio y se empezaban a sentir síntomas de fatiga. Pero algo destacaba muchísimo en ese juego y eran los combates en barcos, los mismos ya se habían presentado en AC III pero acá estaban potenciados y eran realmente divertidos, creo que era la primera vez que sentíamos ser parte de una tripulación pirata.
Varios años después, más exactamente en el 2017, Ubisoft anunció un juego de piratas que iba a estar desarrollado sobre la base de lo visto en AC IV Black Flag, con un enfoque más ambicioso y que prometía grandes aventuras en los mares.
Este anuncio generó muchísimas expectativas, pero iban pasando los años y parecía que nunca iba a terminar saliendo. Después de 7 años, por fin nos llega Skull and Bones y en este análisis trataré de dejar claro si es el gran juego que nos prometieron durante tantos años.
Un comienzo con muchas dudas
El juego nos pone en las botas de un pirata que debe convertirse en el mejor de todos. Vamos a poder personalizar a nuestro pirata para que quede como más nos guste y a partir de ahí el te lanza al océano Índico (Saint Anne) con un pequeño barco intentando llegar a las costas africanas.
El puerto de Saint Anne está muy vivo, y ahí nos vamos a encontrar con varios NPC para mejorar nuestro barco y herramientas. Además podremos acceder a contratos y vendedores para reponer municiones y recursos antes de salir a navegar. En este puerto es donde nos vamos a cruzar con John Scurlock, el único personaje importante del juego. El nos dará las misiones principales que realizar para avanzar en nuestra aventura.
La historia no es un punto fuerte, los personajes que se nos presentan no logran generar mucho interés y todo se siente que está ahí como excusa para que aprendamos todo lo que podemos hacer en el juego; sería una especie de gran tutorial.
Lo que sí me ha gustado es como está representado el puerto de Saint Anne; lo malo es que los demás puertos no están representados de la misma manera sintiéndose ellos muy pobres. Sin dudas es el lugar que más vamos a visitar después de nuestras aventuras en el océano. El resto del mapa está compuesto por un montón de archipiélagos en las Indias Orientales al Este y otra parte firme al Oeste en el Norte de África. En extensión no está nada mal, pero es una lástima lo poco explotado que están estas áreas y el bajo interés que despierta explorarlas, lo que tendría que ser una de sus partes más importantes.
Lo mejor, los combates navales
Sin dudas la parte más importante de Skull and Bones está en los combates navales, y acá sí tengo cosas buenas para decir. Ubisoft ha hecho un gran trabajo en este aspecto, las batallas en alta mar son muy intensas y divertidas, me hizo acordar mucho a lo que viví con AC IV Black Flag pero al extremo.
En alta mar nos vamos a encontrar con una gran cantidad de barcos, no todos nos van a enfrentar pero no va a pasar mucho tiempo hasta que nos libremos en una batalla de barcos. A medida que vamos creciendo como pirata, nuestra notoriedad será más grande y más barcos nos van a querer atacar.
Las mecánicas de combate son bastante sencillas, el juego cambia automáticamente de arma de acuerdo a donde apuntamos. Contamos con un botón de blindaje para defendernos de una embestida o ataque. Los barcos enemigos tienen sus puntos débiles y es importante identificarlos para poder derrotarlos, también podemos hacerles daños a las velas para que pierdan velocidad y así poder alcanzarlos.
La personalización del barco es otro de los mejores aspectos de juego, prácticamente podemos armar el barco pirata de nuestros sueños, y tendremos que ser muy inteligentes en configurarlo de acuerdo a la misión que tenemos por delante. En este aspecto, ninguna queja, sin dudas donde mejor se siente el juego es estando arriba del barco.
Lo peor, la ausencia de combates en tierra
Aunque parezca increíble, no hay combates cuerpo a cuerpo, ni a golpes, ni a espadas, ni con armas de fuego. Algo que no tiene ninguna explicación lógica cuando en AC IV Black Flag teníamos esa posibilidad y estaba realmente bien logrado. Para mí es una de las decepciones más grandes y al cuál no le encuentro ninguna justificación.
Puedo entender de que Ubisoft se quería centrar en los combates navales, pero teniendo la base jugable de AC IV Black Flag, me parece imperdonable que no hayan mantenido, aunque sea, esas mecánicas jugables de combate cuerpo a cuerpo. Lo siento todo un paso atrás con respecto a esa experiencia vivida hace 11 años.
El juego se salta mecánicas, así que si en AC IV Black Flag podíamos saltar al barco enemigo para luchar y atacarlos, ahora se hace tocando un botón en el momento justo y todo en forma automática por medio de una cinemática que se repite hasta la saciedad. Y ya lo más increíble, es que no podemos caminar arriba de nuestro propio barco, solo podemos limitarnos a cambiar las cámaras para las acciones de ataque. Alguien me puede decir para que quiero ser un pirata y tener mi propio barco, si no tengo la posibilidad de moverme por el mismo mientras navego, no tiene ningún sentido.
No todo tiene que ser un MMO
Lamentablemente como viene siendo costumbre en una industria que se esta hundiendo como este barco, Skull and Bones es un MMO. El comienzo es tremendamente aburrido, pero uno tiene la sensación de que esas horas van a pasar y el juego va a dar un vuelco hacia un poco de diversión, pero tengo que decirles que eso nunca pasa. Las misiones de Skull and Bones se limitan a hacer siempre lo mismo, se ve que los piratas eran los Rappi de esa época, porque lo que más vamos a hacer en nuestra aventura, es trabajar de recadero. Hay algunas pocas misiones algo interesantes pero lamentablemente son pocas y la sensación de repetición no desaparece nunca. También tenemos unos tesoros piratas para buscar, pero está tan mal realizado que termina siendo aburridísimo encontrarlos.
Tampoco el PvP es una buena experiencia. Lo más interesante se encuentra recién cuando terminamos el juego, en el post game, estas son las luchas por conquistar y reclamar fábricas.
Fuera de eso, todo se limita a navegar y derrotar a otros barcos, pero estos se pueden hacer daño si alguno lleva un mapa del tesoro. Los mapas salen en eventos públicos, cuando ese mapa aparece, el jugador que lo recoja debe llegar al lugar indicado para hacerse con el tesoro evitando que el resto de jugadores se lo impidan. Pero tampoco este evento está bien implementado, ya que una vez que desembarcas con el tesoro, ya no hay riesgo de que te lo roben, y llegar a los puertos es relativamente rápido. En estas cosas es donde te das cuenta la falta de no tener batallas en tierra, todo se realiza en alta mar.
Entiendo que el fuerte del juego está en los combates navales y mejorar nuestra nave y tripulación, pero con eso sólo no se justifican todos los años de desarrollo y los 80 dólares que cobra Ubisoft por la versión standard. Y ni hablar de todas las cosas cosméticas que se pueden comprar con dinero real.
Una oportunidad perdida
Skull and Bones es la primer gran decepción del año, es verdad que después de tantos atrasos y cambios en la dirección, todo daba a entender de que el barco estaba hundido antes de naufragar, pero con lo bien que lo venia haciendo Ubisoft estos últimos años tenía una pequeña esperanza de que podía llegar a salir bien.
Skull and Bones es un juego que prácticamente no cumple nada de lo que se esperaba de él y ni de cerca es el AAAA que se nos quería vender, ni siquiera gráficamente está a la altura de esta generación y no es mejor que AC IV Black Flag que salió en el 2013.
Así que ya saben, si quieren vivir una experiencia pirata, acá no la van a encontrar. Por suerte tenemos Sea of Thieves en Game Pass para sacarnos las ganas.