ANÁLISIS: Sonic Superstars

ANÁLISIS: Sonic Superstars

ANÁLISIS: Sonic Superstars



Sonic vuelve a su jugabilidad más clásica con Sonic Superstars y en este análisis les contaremos si está a la altura de sus mejores años en la 16 bits de Sega.

A esta altura no es necesario manifestar mi fanatismo al Erizo más famoso de todos los tiempos, mismo en esta página me ha tocado analizar los Sonic Origins y Origins Plus y lo he dejado más que claro. Justamente el volver a jugar a todos estos clásicos en dos dimensiones, no hizo más que confirmar lo buenos y jugables que aún siguen siendo.





Con Sonic Superstars, Sega nos hace volver a la clásica jugabilidad plataformera, aquella que tantas alegrías nos dio en nuestras Genesis, en una aventura totalmente nueva con un apartado grafico 3D precioso, la posibilidad de disfrutar toda la aventura en cooperativo y la inclusión de muchas otras novedades.

Habiendo jugado muchas horas a Sonic Superstars tengo que decir que nos encontramos ante un buen sucesor de los Sonic clásicos y de Sonic Mania. La aventura es muy entretenida y la jugabilidad perfecta, pero por culpa de algunos errores de diseño se queda en la puerta de constituirse en una experiencia redonda.





Vuelve el incasable Doctor Robotnik


En los juegos de Sonic en 2D, los argumentos nunca fueron nada del otro mundo, y en este caso no cambia mucho. Sonic y sus amigos viajan a las misteriosas islas Northstar Islands para ayudar a unos animales gigantes, a los que el Doctor Robotnik esta convirtiendo en Badniks. En su afán de derrotar a Sonic y a sus amigos, Robotnik tendrá la ayuda de Fang, un caza recompensas que apareció en el Sonic Triple Trouble que salió en la portátil Game Gear; y por Trip, una misteriosa habitante de la zona.


Un Sonic de los buenos pero con el lastre de malas decisiones


Sonic Superstars es una aventura que se puede jugar en su totalidad en solitario, pero que fue diseñado especialmente para jugarlo en cooperativo, y eso se nota mucho en algunas decisiones que se tomaron y que termina perjudicando la experiencia para los que quieran jugarlo solo.





Para empezar, los niveles tienen un gran diseño y son muy amplios, con diferentes alturas y recorridos, fomentando la rejugabilidad para volver a pasarlos utilizando otras rutas. Sigue habiendo monedas repartidas por todos los niveles, pero esta vez, al no haber pérdida de vidas, no es necesario juntar 100 para obtener una. Se mantienen los checkpoints e ítems que nos darán ventajas para superar los niveles y las fases de bonificación para conseguir las Esmeraldas del Caos, y también otras donde conseguir ciertas monedas especiales.

Hasta acá la fórmula es la misma que las entregas clásicas y eso se nota en especial en sus controles y físicas, las cuales son prácticamente iguales a las vistas en Sonic Mania. Pero hay ciertos defectos difíciles de entender, como la ubicación de la cámara que de forma incomprensible se encuentra muy cerca de nuestro personaje haciendo que haya veces que no podamos ver y anticipar lo que está por venir; algo que no se puede permitir en un juego que busca que seamos rápido superando obstáculos. Otro gran problema es que la dificultad está  muy rebajada y sumado a que no hay pérdida de vidas, termina siendo el Sonic más fácil de jugar. Y pareciera ser que lo hicieron para favorecer el juego en cooperativo, del que voy a hablar más adelante. Encima, la duración de la aventura no es muy larga aunque sí muy rejugable, pudiendo ser superada en unas 5 horas, pero al finalizarla cuenta con algunas sorpresas que pueden sumar algunas horas más de juego.





Si hablamos de las novedades, vamos a poder elegir el personaje con quién jugar, en este caso aparte de Sonic, contamos con Tails, Knuckles y Amy. Cada uno de ellos tiene una habilidad especial. Por ejemplo, Tails puede llegar más alto con sus colas y Knuckles puede escalar con sus puños. Se ha querido dar mucho protagonismo a cada uno de ellos, mismo en algunos momentos será obligatorio controlar a uno en particular para superar una etapa. También se fomenta la cooperación entre ellos para poder explorar bien los niveles; de eso vamos a hablar más adelante.

Otra de las novedades es la inclusión de una serie de poderes que desbloquearemos al obtener una Esmeralda del Caos. Cada vez que superemos una de estas fases especiales y obtengamos una esmeralda, se nos otorgará un poder distinto que se recarga al tocar los checkpoints. Entre esas habilidades tenemos la posibilidad de ver plataformas invisibles, relentizar el tiempo, subir por cascadas o invocar un ejército de clones que arrasen con todo lo que se encuentre en nuestro camino. Estas posibilidades le agregan una capa más a la jugabilidad pero la verdad que están un poco desaprovechadas y no son necesarias para superar la aventura.





Los enemigos finales están en la línea de lo visto en las anteriores versiones y algunos enfrentamientos son muy espectaculares, algunos bastante desafiantes y obligándonos a comprender bien sus rutinas para poder superarlos.


Un cooperativo caótico


Sin dudas es el modo en el que fue pensado el juego, fue el más promocionado por Sega pero también el más flojo. Vamos a poder jugar toda la aventura de forma cooperativa local hasta cuatro jugadores, no en pantallas divididas sino todos compartiendo la misma pantalla, muy similar al estilo de Sonic 2 y 3 de la Genesis, cuando un segundo jugador podía controlar a Tails. Si bien en este modo sí la cámara se aleja bastante, no es suficiente para la forma en la que se juegan los Sonic, donde se prioriza la velocidad por sobre la exploración. Por momentos la experiencia se vuelve muy caótica, ya que cuando uno de los personajes se adelanta del resto, los que quedan detrás, salen de la pantalla y desaparecen. Es con un botón que vuelven aparecer en la pantalla. Esto es realmente molesto en un juego que pretende ser frenético ya que todo el tiempo van a estar desapareciendo y volviendo a aparecer. Esto lleva a que la mejor manera de jugarlo con amigos sea de forma pausada, cosa que nada tiene que ver con el ADN de Sonic.





Si se nos complica jugar la aventura de forma cooperativa, hay un modo batalla para hasta 8 jugadores que se puede jugar de forma local (hasta 4) y online. También vamos a poder jugarlo de forma individual contra bots manejados por la máquina. En este modo debemos competir en una serie de pruebas y minijuegos pero no vamos a poder jugar con alguno de los personajes principales del juego sino con un robot, que al obtener medallas podremos personalizarlo a nuestro gusto. Un modo divertido pero que se queda corto de pruebas y no nos permite jugar con los personajes que hay en el mundo de Sonic.


Una aventura colorida y variada


En el apartado grafico el juego se luce, los escenarios son preciosos, con mucho colorido y muy variados. Destaca el diseño de los personajes y las excelentes animaciones, todos muy bien modelados y en base a los diseños clásicos que tanto amamos. Ese amor se nota, ya que han sido realizados por Naoto Ohshima, el diseñador original de Sonic.





Con respecto al sonido, siguen siendo los que nos acompañan desde los primeros juegos y tan característicos. La banda sonora nos regala una selección entera de nuevos temas muy alegres y de gran calidad, pero que quedan lejos de los clásicos que todavía siguen dando vueltas en nuestra cabeza.


Conclusiones


Sonic Superstars es un buen juego de Sonic, que me ha hecho pasar muy buenos momentos, en especial jugando solo. Tiene muy buenas ideas y la aventura es muy divertida de principio a fin, pero hay decisiones que lastran la experiencia por querer favorecer a la vertiente cooperativa. Mismo esta vertiente termina siendo la más floja cuando fue la más publicitada por Sega. Por todo lo demás no deja de ser un juego muy recomendable, no solo para los fans sino también para aquellos que quieren jugar un buen juego de plataformas como lo eran los clásicos de la Genesis.

Con Sonic Superstars me queda la sensación de que sí se hubieran sólo enfocado en la experiencia para jugador y explotado mejor algunas ideas, podría haber sido uno de los mejores juegos del erizo azul. Igual las bases están ahí y son muy buenas. Ojalá Sega y el Sonic Team sigan apostando a este estilo de juego porque son los que mejor le sientan a Sonic y a sus amigos.







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