Análisis: Madden NFL 23.

Análisis: Madden NFL 23.
Análisis: Madden NFL 23.


Por segundo año consecutivo la gente de EA Sport nos manda la edición de una de sus sagas más emblemáticas. Madden NFL 23 llega este año como homenaje a la vida del gran John Madden, nombre ligado a la franquicia desde sus comienzos.



Para los que no lo saben, John Madden es todo un icono en el mundo del Football Americano y falleció en 2021. No me voy a extender mucho en sus logros personales, para eso está Wikipedia, pero sí comentarles que como entrenador de la NFL ganó un Super Bowl, fue comentarista en varias cadenas deportivas, último analista del clásico programa estadounidense, Monday Night Football, y que en el 2006 entró a formar parte del Salón de la Fama del Football Americano Profesional. Como verán, una carrera llena de logros que lo tiene en la cima del deporte aún después de su fallecimiento.

Pero acá estamos para analizar juegos y en este análisis voy a contar cuáles son las novedades con las que cuenta esta edición, y si mejoró lo suficiente con respecto a la conservadora edición del año pasado.



Grandes novedades en la jugabilidad y en la IA

Las grandes novedades están volcadas a la jugabilidad que van de la mano con un nuevo sistema de físicas y animaciones, llamada FieldSENSE. Estas novedades se notan más de lo que pensaba, haciendo que todo lo que se ve en el campo de juego sea de una calidad muy superior a lo visto el año pasado.

Tan importantes son estos cambios que apenas al empezar, se nos presenta un tutorial para probar las nuevas características. Sus principales bases están en el sistema de pases, donde tenemos tres diferentes sistemas para elegir y cada uno se ajusta a nuestra pericia con los mandos. En el más avanzado, tenemos ahora un mayor control sobre la trayectoria y la precisión en los pases, incluso con la posibilidad de apuntar libremente a la zona donde queramos mandar el balón al receptor; solo recomendado para expertos. Todas estas libertades en el control del balón son muy bienvenidas por los fanáticos y están muy bien llevadas a cabo y explicadas en el tutorial, el cual se puede repetir cuando queramos. Por suerte, para los que nos cuesta manejar tantos aspectos en un deporte tan complejo, existe la opción de elegir el sistema de control tradicional de siempre. Todas estas posibilidades son un extra que estoy seguro, muchos jugadores esperaban.



La otra gran mejora la tenemos en manejo del balón al correr, en este caso EA Sport lo llama “360 Cuts”, y nos permite hacer mejores movimientos con el jugador en cualquier dirección; nos permite hacer giros, cortes y amagues en velocidad, de una forma más intuitiva y natural.

También noté que hubo mejoras en la IA, en especial en la de los defensores. Están mucho más atentos a sus marcas, presionan con más ferocidad e interceptan muchos más balones. Además, nuestros compañeros controlados por la máquina, se comportan de forma más realista interpretando mejor lo que sucede en el campo de juego y se adaptan de forma perfecta a las nuevas mecánicas de control. Sin dudas esta edición da muchas más libertades en el control, pero a la vez, los rivales nos exigen mucho más desde los niveles de dificultad más bajos.



Este conjunto de cambios hace del Madden el más jugable y disfrutable de los últimos años. Para muchos pueden ser cambios que no se noten a simple vista, pero les aseguro que con el mando en la mano se destacan en mucho.

Modos de juego con pocas novedades

Creo que este año la gente de EA Sport puso todos sus esfuerzos en los aspectos ya mencionados, ya que en lo que respecta a los modos de juego, todo sigue muy similar a la edición pasada. Igual no lo veo como algo negativo, puesto que si hay algo que le sobra al juego son modos de juegos.



El obligado modo Madden Ultimate Team sigue ahí, este año con varios pasos de temporada distintos, cada uno con sus recompensas, con mejoras en la progresión.

El modo Face of Franchise sí cambio bastante en relación con el año pasado, se quitó el modo cinematográfico, que a mí me gustaba, ahora más enfocado en la acción, ya que comenzamos directamente como un jugador de quinto año en la NFL. Por todo lo demás, la experiencia se mantiene prácticamente igual.

En el modo Franchise, hay tres novedades que pueden resultar importantes. La primera es que cada jugador tiene sus propias motivaciones, como fichar en un equipo que esté cerca de su hogar de nacimiento o en uno donde ese Estado tenga bajos impuestos, entre otras opciones. Con base en estas cuestiones motivacionales, nuestro jugador tendrá más o menos ganas de jugar en nuestro equipo, haciendo que sea más fácil o más difícil de fichar. La segunda, es que cada jugador según su situación tiene una etiqueta especial; un ejemplo llevado al futbol sería un jugador como Pinola o Maidana en River que al estar cerca de retirarse tendrían la etiqueta de mentor, ayudando a acelerar el desarrollo de los juveniles. La última novedad es que se ha remodelado el período de agentes libres, pudiendo hacer ofertas tres veces por semana en lugar de una sola. No son grandes novedades, pero aportan algo más de profundidad a la gestión. Por todo lo demás, sigue igual que el año pasado.



Un gran salto gráfico en la nueva generación

Este año tuve la suerte de probar la versión de nueva generación, en mi caso en una Xbox Series S. Y el salto gráfico es muy grande, se nota mucho que está hecho sobre un motor más avanzado, lo cual se hace evidente en el detalle de los jugadores y en los estadios, realizados ambos con lujos de detalles. Pero lo que más se destaca son los movimientos de los jugadores y la mejora en la animación en las colisiones, las cuales marcan una gran diferencia respecto a las versiones de anteriores generaciones.



Pero no todas son rosas, lamentablemente el juego al día de hoy tiene muchos bugs, pese a que se han mejorado mucho, todavía hay algunos problemas de colisiones imprecisas, que por suerte no son tan habituales. Donde sí sigue habiendo muchos problemas es con los clipping, algo que año tras año sigue apareciendo y con más frecuencia de lo que a uno le gustaría. También me he encontrado con texturas de camisetas que tardan en cargar, algunos problemas con marcadores que se quedan fijos, textos en conversaciones que no cargan y algún cuelgue que me hizo tener que reiniciar el juego. Muchos de estos problemas seguro que se van a ir solucionando con las siguientes actualizaciones, pero son defectos que un juego de este calibre no tendría que tener.

En lo que respecta a lo sonoro, nada que criticar, las voces de los comentaristas (solo en inglés) están como es habitual en un excelente nivel, como los cantos de las hinchadas y la selección de temas musicales para los menús.



Para terminar, una lástima que todo el juego esté en inglés, sin ningún tipo de traducción para los menús, tutoriales y modos de juego. La verdad es algo que no se explica desde lo presupuestario -recursos a EA Sport no le faltan- y tampoco desde la estrategia comercial para el mercado hispanoparlante, ya que, en mi parecer, atenta contra las ganas de acercarnos a este deporte tan especial.

Conclusiones

Madden NFL 23 es un gran paso adelante con respecto a la versión del año pasado. A nivel jugable mejoró notablemente, con una mayor libertad de control en todo lo que pasa en el campo y una IA más desafiante que nunca. Pero tiene varios errores difíciles de aceptar en un juego Triple A de la magnitud de la franquicia. Sin dudas es mucho mejor al del año pasado, pero como dije en el análisis del 2021, el que no tenga una competencia le juega en contra y nos juega en contra a nosotros, los jugadores, que hace años esperamos que la marca Madden esté en lugar que se merece, como el gran simulador deportivo que supo ser.