Análisis: Cult of the Lamb

Análisis: Cult of the Lamb
Análisis: Cult of the Lamb 


Devolver Digital lo hizo de nuevo. Bajo su ala, la gente de Massive Monster nos trae esta aventura increíble, súper entretenida, difícil de poder dejar de jugar y con una combinación exquisita de mecánicas y géneros que se disfrutan todos por igual. 

Me considero un fiel seguidor de los juegos que vienen de la mano de Devolver, debo admitirlo, algunos me gustaron más, otros menos, pero en líneas generales siempre me hacen vivir una experiencia agradable, me divierten mucho y disfruto de dedicarle horas y horas a sus propuestas. Con Cult of the Lamb, no fue la excepción. 



Historia original e interesante

El juego nos propone tomar el control de nuestro protagonista, un pequeño corderito indefenso que está a punto de ser ejecutado. Tendremos la posibilidad de volver a la vida con una condición: crear y organizar una secta en nombre de nuestro salvador, un ente que a medida que avancemos en el juego se revelará su identidad, pero que se hace llamar “Aquel que espera”. Llevar adelante esta tarea no será nada fácil, ya que somos los encargados de absolutamente todo lo que a un culto religioso respecta. 

Debemos salir en busca de adeptos y adoctrinarlos bajo nuestras leyes, gestionar los recursos de nuestro campamento base como lo es la comida, la piedra, la madera y el oro, debemos cuidar de la alimentación de nuestros seguidores, como así también de su nivel de “Fe”, la limpieza de nuestro hogar y las enfermedades que puedan acecharnos.



Dos géneros adictivos 

Cult of the Lamb combina todos estos rasgos de un juego de gestión con un adictivo roguelite, ya que nuestra misión principal será embarcarnos en la aventura y derrotar a los “4 Jefes” en sus respectivos templos. Cada intento de “cruzada” se genera de manera aleatoria, podremos combinar diferentes armas que se nos presentan de manera random al iniciar la run, el mapa cambia y se modifica en cada intento y nuestras habilidades pasivas también pueden ir variando dependiendo de las “cartas del tarot” que vayamos recolectando a medida que avanzamos. 

Talvez parezca demasiada información, pero una vez que tomamos contacto con el juego, todo se nos explica de una manera rápida y sencilla, es agradable aprender y se vuelve rápidamente una obsesión, tratar de hacer crecer nuestra secta cada vez más, construir nuevos edificios, desbloquear un árbol de habilidades enorme y por sobre todo, llevar a cabo los famosos “rituales” en nuestro templo. 



La “FE” como principal recurso

Como dije al principio, uno de los factores más importantes que debemos controlar de nuestros seguidores es el nivel de “Fe”. Este puede disminuir si cometemos diferentes actos que puedan generar molestia en la comunidad, o bien si fracasamos en el intento de completar una mazmorra, ya que generará una desilusión en nuestros fieles y para poder recuperarla debemos construir un templo, en el cual llevar a cabo los rituales. 

Los hay de todo tipo, desde bailar alrededor de una fogata, contraer matrimonio con un adepto, llevar a cabo un funeral de algún miembro fallecido recientemente o realizarle un lavado de cerebro a todos los adeptos para que nuestras malas acciones no tengan efectos negativos en las próximas 48 horas. Todo es posible en Cult of the Lamb. Los rituales son muy ingeniosos y de lo más variados. Todos tendrán sus puntos positivos y negativos, y a medida que subamos de nivel la “lealtad” de nuestros adeptos, lograremos desbloquear cada vez más rituales. 



Gestionar nuestra secta

La construcción es muy importante también. Podremos edificar templos, camas donde nuestros adeptos puedan dormir cómodos, baños para que los desechos no queden en el piso (o poner a trabajar a un adepto que se encargue de la limpieza), granjas y molinos para mejorar nuestra siembra, una refinería para mejorar los materiales o hasta una cárcel para encerrar a los adeptos que nos generan discordia en la comunidad.  

La gestión de recursos no es difícil, pero debemos estar atentos a las necesidades de la comunidad y saber cuándo es el momento oportuno de comenzar a construir y mejorar nuestros edificios. No perder de vista la cosecha de alimentos o salir a recolectarlos en las cruzadas, para volver con comida suficiente y así poder cocinarle a nuestros fieles. Pero atención: no toda la comida es buena. Si la economía no nos ayuda, talvez debamos cocinar algunos alimentos que generen malestar o enfermedades en nuestros seguidores, pero será la única alternativa para que no mueran de hambre. Por lo tanto, debemos estar atentos a tener una enfermería lista para curarlos, o bien mandarlos a reposar en cama hasta su recuperación, pero sabiendo que perderemos mano de obra durante algunos días. 



Las cruzadas 

Cuando salimos a las cruzadas, el juego continúa siendo divertido. Las mismas suelen durar no más de 10 minutos y se van alargando a medida que se pone cada vez más difícil. Las armas también varían, desde espadas rápidas y con poco daño, hachas con muchísimo poder de ataque pero lentas en su ejecución, y poderes o habilidades especiales para lanzar a distancia, generar daño en grupo o incluso envenenar a nuestros oponentes. 

Las combinaciones son infinitas y a medida que nuestro poder aumenta subiremos de nivel, desbloquearemos mejores armas, como así también habilidades pasivas, que podremos llevar equipando diferentes atuendos a nuestro protagonista. Otro factor importantísimo en cada cruzada, son las cartas del tarot. Las mismas las iremos encontrando en diferentes salas de nuestro recorrido, y nos darán habilidades que se mantienen hasta el final del mismo, por lo tanto, cada intento de cruzada será distinto y aleatorio. 



Crecer como comunidad

En nuestras “salidas” es importante recolectar recursos, que nos ayudarán a mejorar nuestro campamento, a satisfacer a nuestros fieles y también a seguir creciendo como comunidad, ya que en las mismas cruzadas no solo volveremos alimentos o riquezas, sino también con nuevos fieles que podemos rescatar y se unirán de inmediato a nuestra causa. De esta forma, cada vez son más los adeptos que iremos adoctrinando y día tras día irán generando lealtad y fe a nuestra comunidad y por supuesto contaremos con más mano de obra para la construcción.

Eso sí: Será una cama más que construir, una boca más que alimentar y más necesidades que atender. Y atención a esto último, ya que si no cubrimos sus necesidades, los fieles comenzarán a dudar de nosotros, a generar revuelo dentro de la comunidad y podrán “convencer” a otros fieles adeptos, de que tu imagen como líder no es tan fuerte como parece. Talvez haya que pensar en encarcelarlos o bien ofrecerlos como sacrificio para cortar de raíz la mala hierba, todo está en tus manos. 



Para ir cerrando y no volverme repetitivo, Cult of the Lamb, logró combinar dos géneros bastante adictivos como la gestión de recursos y los roguelite, y de esa manera nos mantiene jugando durante horas para seguir desbloqueando nuevas habilidades, rituales, construcciones, y ver hasta dónde somos capaces de llegar junto a nuestros fieles. 

Un detalle de lo más divertido que tiene el juego, es que nuestra secta llevará un nombre, el cual podremos elegir a nuestro antojo (“Secta Xeneize” fue en mi caso) y cada adepto que sumemos a la causa, podremos personalizarlo. Elegiremos su nombre (En mi caso todos llevaban el nombre de algún jugador que haya pasado por Boca Juniors), su diseño, su color y luego recién le asignaremos una tarea a realizar (Entre las cuales se encuentran: Recolectar madera, piedra, cuidar los cultivos, refinar materiales o rezar en el santuario, entre otras).



Cult of the Lamb es un juego que nos llevará unas 12 a 24 horas terminarlo, según sus desarrolladores, pero puedo asegurarles que estarán con él mucho más tiempo, es un juego divertido, adictivo, con una historia más que original, un humor que nos saca más de una sonrisa, un diseño con un apartado gráfico hermoso y una banda sonora que acompaña perfecto a esta gran aventura. Hacía mucho que un juego no me enganchaba tanto de esta manera y me divertía tanto que no quería llegar al final.

Mi experiencia fue en PC y sufrí un solo bug cuando llevaba ya varias horas de juego. Mis adeptos trabajan en todas las actividades, excepto en la refinería. No podía asignarles esa tarea, pero al apagar y reiniciar el juego, se solucionó. Nada grave. Por comentarios que estuve leyendo, parece que en consola hay más bugs que se están descubriendo. 



Resumiendo, recomiendo al menos probar Cult of the Lamb. Creo sinceramente que es una linda experiencia que todos deberían jugar, ya que propone disfrutar sin tensiones de una aventura extraordinaria y original. 

Gracias por leer, 

Hasta la próxima.