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Dunjungle: el roguelite argentino llega con todo el 11 de diciembre |
Prepárate para morir. Y volver a morir. Porque el 11 de diciembre llega la versión completa de Dunjungle, un roguelite 2D frenético, pixelado y orgullosamente argentino, desarrollado por Bruno Bombardi y publicado por Astrolabe Games. La aventura estará disponible en Xbox, PlayStation y Nintendo Switch, con ediciones físicas a cargo de Meridiem Games.
¿La premisa? Un simio guerrero se adentra en las profundidades de una jungla corrompida, enfrentando criaturas mutadas, templos cambiantes y jefes desafiantes. Todo para restaurar el equilibrio natural… o morir en el intento.
Acción, caos y monos con personalidad
Dunjungle propone un ciclo de juego rápido y adictivo: explorás, combatís, morís, aprendés… y volvés a intentarlo. Cada partida es distinta gracias a calabozos generados proceduralmente, clases personalizables y una enorme variedad de armas, hechizos y reliquias con efectos únicos.
Combiná fuego, hielo o electricidad para crear versiones devastadoras de tus ataques.
Desbloqueá clases con fortalezas y debilidades únicas para adaptar tu estilo de juego.
Encontrá personajes perdidos (spoiler: muchos son monos) que pueden ayudarte en futuras incursiones.
Y sí, hay cofres que no son cofres, peces con piernas, NPCs molestos y descripciones irrelevantes. Porque Dunjungle no se toma demasiado en serio… pero sí te va a exigir reflejos, estrategia y paciencia.
Un lanzamiento con ADN local
El juego no solo destaca por su jugabilidad, sino también por su identidad: pixel art vibrante, humor absurdo y una narrativa que se construye muerte tras muerte. Cada intento te acerca más a entender el mundo de Dunjungle… y a sobrevivirlo.
En octubre del 2024 Dunjungle llegó a Steam a través de la modalidad early acces (haz click aquí para ir a la página del juego). Con su llegada multiplataforma y versiones físicas, Dunjungle se posiciona como uno de los lanzamientos indie argentinos más ambiciosos del año. Y en ExtraGamers, lo celebramos como se merece: con hype, orgullo y muchas bananas.