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¿Hasta qué edad es normal jugar? |
A veces me pregunto si ya estoy grande para todo esto. Tomo el control y me pongo a jugar Pokémon. Recuerdo que hace más de 30 años puse en pausa el sistema de maduración. Con un síndrome de Peter Pan galopante, me dedico a completar mi Pokédex. Sigo tirando los mismos chistes desde los 30: “Madurar es para las frutas” o “Voy a madurar cuando dejen de salir pokémones”.
Resuenan en mi mente aquellas voces críticas que, con tono despectivo, decían: “Ah, pero qué al pedo que estás, todo el día con los jueguitos”. La sociedad que me educó, enfocada en la productividad, no ve con buenos ojos a quienes no encajan en el molde del adulto responsable: ese que trabaja 25 horas en la oficina, plantó un árbol, tiene tres hijos y escribió un libro (la receta de autorrealización que nos vendieron a los boomers).
Si vienen leyendo la seguidilla de notas, creo que ya conocen un poco de mí. Soy un viejo gamer que vive de hacer jueguitos. Y esto, a veces, lo digo con cierto tono despectivo. Esto me lleva a preguntarme: ¿hasta qué edad es normal jugar?
Esta nota está claramente orientada a la Generación X y anteriores. Por suerte, las nuevas generaciones han sabido sacarse de encima los estigmas de la maduración tardía. Pero nosotros, los viejos, cargamos con más de un clavo en nuestras cruces. El juego siempre estuvo catalogado como “tiempo perdido” o “cosas de chicos”. Se discriminaba mucho a aquel mayor de 20 años que pasaba mucho tiempo con los jueguitos.
Por suerte, la cosa fue cambiando, porque muchos se tomaron en serio esto de trabajar jugando. Tantos streamers famosos con cuentas bancarias acumulando ceros. El paradigma cambió: ya no estás al pedo, estás siendo productivo y podés llegar a vivir de eso. El estigma cambió poco a poco. Y también el enfoque empresarial. Ya no son productos para chicos que les piden a los padres que les compren en las tiendas. Ahora, los padres son el mercado. No tienen tiempo para desbloquear ese traje que se ve “canchero” y prefieren meter la tarjeta de crédito a pasar 25 horas jugando. Ya no somos chicos, y la industria dejó de tratarnos como tales.
Pero nosotros… ¿seguimos sintiéndonos chicos? ¿Seguimos disfrutando como antes? ¿Nos pudimos sacar nosotros mismos del estigma de “estar al pedo”? Calculo que el lector promedio de Extragamers va a pensar que las preguntas son un tanto pelotudas. Pero para mucha gente mayor de 30 no lo es tanto. Voy a citar una experiencia de alguien que me contó en un momento de crisis:
“Fui a una cena con mi novia. Eran amigos de toda la vida, la vida de ella, porque yo no los conocía. Se presentan como 'el abogado', 'la abogada', 'el ingeniero' y 'el martillero'. Cuando me preguntan qué hago, les digo que hago juegos. Las miradas despectivas y el trato infantil que me dieron toda la noche fue absolutamente incómodo. Me explicaban 'cosas de la vida real' como si yo fuera algún tipo de outsider social. Yo ya venía con mis quilombos encima y esto fue una mierda total que me hizo replantearme: '¿Qué quiero hacer? ¿Sigo con lo que amo o me pongo a trabajar en la oficina?'”
A mí, en particular, también me pasaron cosas parecidas. Mi ex es abogada y siempre sentí ese sentimiento de inferioridad. Si bien todo cambia cuando les muestro lo que genera la industria, siempre genera alguna reacción rara decir en una reunión: “Yo hago jueguitos”.
Los mercados cambiaron, que son en realidad quienes dicen lo que está bien y lo que está mal, los paradigmas cambiaron. Ya está instalada la cultura gamer y es parte de la normativa social. Pero creo que todavía se nos ve como raros a los viejos gamers. Voy a citar otro ejemplo:
Una señora de más de 60 años se pasa sus fines de semana jugando a la Play 4, Play robada a uno de sus hijos. Se empecina en platinar todos los juegos de Tomb Raider y The Last of Us. Cuando los nietos y los hijos cuentan eso a las personas de su misma edad, dicen: “¡Qué vieja buena onda!” “Tu abuela es re grosa”. A esta señora se la vio dando vueltas en la Expoeva hablando con los devs de los juegos y prestando atención a lo que se estaba por venir. Esa señora es la progenitora de un gordito que se tiñe el pelo de colorado y tiene un estudio de videojuegos. A la que orgullosamente llamo “Mamucha”.
Y aquí tenemos otra cara de la moneda. Si una persona grande se pone a jugar 12 horas, lo primero que pensamos es que está jubilada. Seguro que muchos al leer el relato pensaron lo mismo.
Al final, la nota no plantea muchas respuestas a las preguntas. Pero sí un pensamiento. La sociedad nos restringe en base a lo que pretende de nosotros. Y esas pretensiones van cambiando todo el tiempo. Lo que otrora era raro, hoy es normal. Lo que hoy es normal, en el futuro será ridículo. Y los que estamos con algunos añitos arriba y vimos los cambios de paradigmas de la sociedad analógica a la digital pudimos verlo en carne propia.
Por mi lado, seguiré gritando si puedo capturar un shiny, por más que sea un Rattata. Seguiré luchando con mis propios prejuicios de viejo inseguro y fomentaré el debate que nutra esta nota. ¿Cuándo sos viejo para jugar?
Datos que respaldan esta reflexión
- En Europa, la edad promedio de los jugadores de videojuegos es de 31 años, y el 23% de los jugadores tienen entre 45 y 64 años, lo que indica una creciente participación de adultos mayores en el gaming .(ExpertoVPN)
- En España, 20 millones de personas juegan videojuegos, con una media de edad de 31 años y una audiencia casi equitativa de género .(El País)
- En Estados Unidos, el 30% de los gamers tienen más de 50 años, y la edad promedio de los jugadores es de 35 años .(es-statista-com.ezproxy.canberra.edu.au)
Estos datos demuestran que el gaming ya no es exclusivo de los jóvenes y que cada vez más adultos encuentran en los videojuegos una forma válida de entretenimiento y expresión.
