Cuando el Deivi el líder me pasó la clave para reseñar Torii
me alegré, porque había visto un tráiler y se veía hermoso. Y la realidad es
que el aspecto visual de este juego es increíble, la verdad sea dicha, aunque…
Torii es un videojuego de aventuras y puzzles en tercera persona desarrollado por Joaquín Castro y musicalizado por Adriano Martino, disponible sólo en Windows de momento.
En el juego encarnamos a Ipa, una niña en un plano distinto al nuestro, quien está acompañada por su mochila Moswig, con la cual tendrá largas y profundas charlas que nos irán develando aspectos de la historia pasada de Ipa. Esta niña está en la búsqueda de su hermana menor, Lulu, quien falleció mientras Ipa debía cuidarla.
El apartado artístico del juego está muy bien trabajado. Pasear por el mundo de Torii es una joyita a los ojos. O, como dicen ahora los jóvenes, aesthetic, con un contraste de colores que descansa la vista. El recorrido por el plano astral también está bien logrado, ya que de este “lado” es donde se desarrollan la mayoría de los puzzles.
La música y el paisaje sonoro acompañan en (casi) todo momento la historia, con melodías relajantes y muy bien inspiradas en la música japonesa. Sin embargo, en algunos de los sueños que atraviesa Ipa hay una elección cuanto menos polémica de sonidos. Uno puntualmente, que parece sacado de un banco de sonidos de ciencia ficción noventeros, rompe toda la inmersión del momento.
Más allá de estos aspectos positivos, y por mucho que me cueste criticar un juego nacional desarrollado en soledad, el juego me pareció muy aburrido. Los puzzles son simples, aun los últimos no me llevaron más de un par de minutos. No hay premio a la exploración en un mundo tan vasto, por lo cual termina siendo un universo vacío. Entiendo que este juego tiene otra búsqueda, pero aun así no logró engancharme. La historia parece emotiva, pero tampoco logró atraparme por este lado, ya que utiliza un recurso, a mí parecer, bastante trillado.
Al inicio de la partida se nos presenta un aviso de que el juego trata contenidos sensibles, como la depresión y el suicidio. Hoy en día están en boga estos temas, y el tabú sobre ellos va en detrimento, por lo cual mucha gente se anima a romper antiguas “barreras” y pedir ayuda. Lo negativo de este asunto es actualmente pareciera estar “de moda” que estudios independientes creen juegos con esta temática, con muchos referentes al respecto (como Doki Doki, Life is Strange, Celeste y tantos otros). En Torii, el juego hace hincapié en esta cuestión sobre el final, cuando se nos revelan los flecos finales de la historia.
En resumen: Torii es un juego con mucho potencial, pero pobremente explotado. Ojalá su desarrollador, Joaquín Castro, continúe creando juegos, ya que se nota el cuidado que tiene el mundo en ciertos aspectos, pero se nota la falta de un Diseñador general. Martino hizo un gran trabajo con la música, pero le faltó un sonidista o alguna persona a cargo de la revisión. Si corrigiera ciertos aspectos del gameplay pueden venir grandes juegos a futuro. Aunque lo cierto, por ahora, es que este juego que trata sobre la depresión terminó por deprimirme a mí.
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