El 15 de julio de 1983 en Japón, Sega lanzaba su primera consola, justo el mismo día que lo hacia Nintendo con su Famicom (NES). Esa maquina se llamaba SG-1000, y su fracaso fue estrepitoso, con Nintendo ocupando el 90% del mercado en ese país. Pero eso no desalentó a Sega, que siguió trabajando en su hardware y lanzó dos revisiones, una en 1984 y otra en 1985. Esta última bautizada como Mark III, y llegaría a Occidente con un importante cambio de diseño y con el nombre de Master System.
Un sistema superior
Repasando la características técnicas de la Master System, nos encontramos con una CPU de 8 bits Zilog Z80 de NEC de 4 Mhz, una RAM de 8 Kbytes, una VRAM de 16 Kbytes, todo esto acompañado de un chip grafico de Texas Instruments TMS9918 que proporcionaba una resolución en pantalla de 256 x 192, con una paleta de 64 colores (hasta 32 en simultáneo) y 64 sprites en pantalla de hasta 16 x16. En lo que respecta al sonido, contaba con un Texas Instruments SN76489 que proporcionaba 3 canales de sonido de onda cuadrada y uno de ruido blanco, para destacar, los modelos japoneses venían con un Yamaha YM2413 FM que aparte de ser superior contaba con sonido por FM, esta diferencia hizo que algunos juegos japoneses cuando vinieron a Occidente su calidad de sonido era inferior por no contar con dicha función. También tenia, aparte del soporte para cartuchos, una unidad para las Sega Card heredaras de la Mark II, que en modelos posteriores fue eliminada.
Un gran fracaso
En 1986, con el mercado japonés dominado por Nintendo, Sega intentó hacerse un lugar en el mercado americano. La Master System salió a la venta con un precio de 200 dólares, y aunque era mas avanzada técnicamente que la NES (procesador más potente, mayor cantidad de colores, mejor sonido, etc), fracaso rotundamente en su intento. En solo tres años, Nintendo había logrado no sólo hacer olvidar el llamado “Crash” del 83 (crisis provocada por Atari, debido a la saturación de juegos mediocres), sino que logro conquistar a los jugadores americanos. Es verdad que Sega llegó tarde al mercado, pero eso no fue el único problema. Nintendo lo dominaba, en gran medida, por los grandes controles de calidad de los juegos que se editaban, y también por los contratos de exclusividad que les hacia firmar a los desarrolladores. De hecho Sega contó con la exclusividad, en los Estados Unidos, de solo dos desarrolladoras, Activision y Parker Brothers, que solo lograron sacar en total 5 juegos, y aunque Sega era muy fuerte con sus juegos en recreativa, como OutRun o Space Harrier, con solo eso no alcanzó.
En Europa y en Brasil, otro cantar
Se estima que la Master System vendió alrededor de un millón de consolas en Japón y unas dos millones en Estados Unidos. Muy lejos de las 20 millones y 34 millones vendidas respectivamente por la NES. En un intento de vender más maquinas, los directivos de Sega empezaron a sondear otros mercados donde Nintendo no fuera tan fuerte, y así fue que desembarcó en Europa y América del Sur. En estos mercados la Master System fue un éxito no solo en ventas sino en longevidad. El último juego que se lanzo fue en 1991, el Sonic The Hedgehog, pero en Europa fue recién en 1996 con el cotizado por los coleccionistas, Los Pitufos. En Brasil la maquina recibió juegos hasta 1998 (la mayoría, port de juegos de Game Gear).
Se estima que en Europa se vendieron unas 7 millones de consolas, lo que explica que el catalogo europeo fuera mucho más grande que en EE.UU. y Japón. Entre los tres mercados se lanzaron 372 títulos, pero en EE.UU. solo llegaron un poco más de 100, frente a los 260 juegos vistos en el viejo continente. En total se estiman las ventas entre 10 y 13 millones consolas, sin contar las versiones brasileñas que se siguen fabricando.
Su nula existencia en nuestro país
Acá por Argentina la historia fue distinta, en esa época venían de China las Family (Famicon truchas) a precios muy bajos, y sumado al poco conocimiento que había por eso años, la Master System paso sin pena ni gloria, y hasta el día de hoy mucha gente no sabe de su existencia. Las pocas unidades que llegaron vinieron de Brasil y eran los modelos fabricados por TecToy.
Una maquina del futuro
La Master System fue pionera en muchas cosas, siendo la primera compañía en hacer un hardware compatible con los juegos de un modelo anterior, al menos en Japón. Algunos juegos de SG-1000 se comercializaron en formato “MyCard”, unas tarjetas que funcionaban en Mark III (formato que llego a la Master System como Sega Card). Otra gran innovación fueron unas gafas 3D creadas por Mark Cerny (arquitecto de la PS4), con una tecnología activa similar a la que resurgió hace unos años. Sega, incluso, incluyo un juego en memoria, el Snail Maze, que luego fuera reemplazado por el recordado, Alex Kidd in Miracle World.
El comienzo del arcade en tu casa
Sin dudas Sega no hubiera sido la misma sin la existencia de la Master System, aun cuando las ventas no acompañaron. Gracias a ella, Sega aprendió a portar sus recreativas a plataformas domesticas, permitió que algunos genios que no tenían lugar, como Yuji Naka (padre de Sonic) empiecen a desplegar sus habilidades, y puso las bases que después utilizaría con su siguiente consola, la exitosa Mega Drive (Génesis).
Pese a haber perdido la batalla de los 8 bits frente a Nintendo, la Master System le permitió a Sega a prepararse para lo que iba a convertirse en la batalla más grande en la historia de los videojuegos, la guerra de los 16 bits, pero esa ya es otra historia.