ANÁLISIS: Demonic Supremacy, una mezcla particular

ANÁLISIS: Demonic Supremacy, una mezcla particular

ANÁLISIS: Demonic Supremacy, una mezcla particular 



¡Muy buenas a todos lectores/ras de Extragamers! 

Hace ya unos días me llegó a las manos una oferta muy particular que me hizo recordar un clásico especial de Sega Dreamcast: Demonic Supremacy. Este ofrece algo diferente de otras propuestas FPS tradicionales o que se enfocan en revivir clásicos al estilo Doom, Quake o inclusive Duke Nukem. En esta oportunidad la gente de Chilidog Interactive es la encargada de desarrollar y publicar el juego de este presente análisis. Son un pequeño grupo que ya tienen experiencia en el rubro publicando una considerable cantidad de micros indies, no solamente para PC, sino también realizan porteos a consolas, así que dentro de todo estamos ante una empresa que ya tiene un tiempo en el mercado. 





La historia de Demonic Supremacy, a priori, es muy sencilla. Nos plantea la situación en que los demonios invaden la tierra y somos elegidos para poseer el poder diabólico y luchar contra ellos para salvar a la humanidad.  Para lograrlo deberemos escalar una torre con 50 pisos realizando la matanza de estos enemigos de formas puntuales. 





Mecánicamente el juego es un FPS tradicional donde dispondremos de 5 armas para abatir a nuestros enemigos, estas van desde escopeta, gatling, plasma, lanza granadas y una especial con efecto similar a la BFG del Doom que cuando cargas el disparo lanza una bola de energía que destroza todo a su paso sin importar lo que sea. Sin embargo, tenemos una particularidad, las armas solo van a estar disponibles según qué nivel hagamos. No las tendremos que recolectar, ya que vendrán según que piso nos toque, adicional a eso, tendremos munición limitada y podremos recolectar algunos pertrechos, pero son muy escasos, lo que nos va a llevar administrar bien los recursos para que podamos salir victoriosos de cada combate. 





No tendremos un mundo libre para recorrer, ni tampoco deberemos ir de punto A al B, tan solo accederemos piso por piso y serán 50 retos en total. Adicional a eso, podremos recolectar unas monedas, que nos servirán para activar las habilidades por única vez en ese escaño. Esto significa que, si no podemos superarlos, podemos morir varias veces, pero al reintentar la misma deberemos gastar de vuelta nuestras monedas para tener estos power ups en cada batalla. Cada 10 niveles tendremos un jefe que abatir hasta, lógicamente, llegar al final. Llegado a este punto, conforme iba avanzando sección por sección, el juego tenía un aire muy arcade, al estilo Spawn de Capcom. Tan simple como abatir y sobrevivir en la “pantalla” a diferencia de ese mítico arcade, acá no tendremos un contador que nos obligue a realizarlo de manera rápida. 





Básicamente, a nivel contenido lo que acabo de explicar es lo que abarca el juego, por momentos hay niveles que pueden colmar la paciencia de algunos, ya que su hit box son un poco extraños, dando situaciones que apenas no te pegan, pero realmente están sacándote salud. Por momentos falla esa “alerta” de cuando te golpean y como hay tanto frenesí de tantos enemigos que derrotar en ciertos momentos, no te enteras de que vas perdiendo vida solo hasta que morís. En algunos momentos el control no parece tan preciso, tiene como un “lag” en algunas situaciones que puede también generar cierta molestia, no es importante porque uno está en movimiento constante, pero es para recalcar.





Lo que sí debo reconocer que, como dije anteriormente, el juego tiene un espíritu arcade de los años ´99 a 2000, a lo dreamcast style impresionante. Eso también lo logra gracias a su música, sus melodías rockeras tienen esa sensación que te transporta muchísimo a esa época. Son excelentes, a un punto intermedio podríamos dejar los ruidos de los enemigos como sonidos de disparos que, como siempre digo, cumplen sin más.





A nivel rendimiento no podemos decir mucho, porque es un juego bastante sencillo en equipos modestos, lo podría correr sin problemas. Su apartado gráfico está bastante bien logrado aun siendo que no pide mucha máquina, está desarrollado en el motor unity y logra conseguir una calidad aceptable. No sorprende, pero está en valores correctos.






En conclusión, este Demonic Supremacy es una buena alternativa si te interesan juegos arcade o fps más de antaño, por momentos se trasforma en un reto complejo, pero por sus 15 horas aproximadamente logra entretener en ciertos puntos. 






Si te gusta nuestro contenido podés apoyarnos con un Cafecito. Tu aporte contribuye a que podamos seguir adelante con este proyecto y que podamos brindarte una mayor calidad en nuestros materiales. Gracias.

Invitame un café en cafecito.app